Adam Sandler (Hombres, mujeres & niños) regresa con un papel que se sale un poco de lo que nos suele ofrecer, en la comedia con tintes dramáticos Con la magia en los zapatos. Apoyado por el prestigioso realizador Thomas McCarthy (The Visitor), Sandler intenta dejar de lado su faceta de bufón para ponerse un poco más serio. Lo intenta, pero no sale del todo victorioso, ya que la cinta no termina de encontrar ni su ritmo ni su tono.
Un zapatero neoyorkino descubre que arreglando los zapatos con una maquina antigua, al probarse el recién reparado calzado de sus clientes, se pone en la piel de ellos. Este poder hará que se enfrente a su timidez, la vejez de su madre, y los problemas del barrio. Con la magia en los zapatos parece la génesis de un superhéroe, de hecho en un momento dado se insinúa la frase de “todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Durante sus primeros 40 minutos la historia funciona (obviando ese prólogo que parece el arranque de una teleserie), pero luego parece tener prisa por cerrar todas las tramas que se han ido abriendo, unirlas unas con otras, e intentar sorprendernos con un ¿inesperado? final.
Thomas McCarthy viene del cine independiente, y a pesar de contar con Sandler, la cinta no deja de ser un producto independiente y austero. La cámara casi siempre esta en planos cortos e intentando suplir carencias con diálogos (esos desahucios de los que se hablan, apenas se ven en todo su esplendor) algo común en este tipo de cine. El problema viene cuando has presumiendo de dirección austera y al final te das un festival innecesario de planos muy bonitos (aéreos incluso) de una limusina por Nueva York. No es que sea una dirección incorrecta, pero chocan bastante ambos conceptos.
Adam Sandler parece estar mejor que otras veces, pero tampoco esta en el papel de su vida. Le escuda constantemente un Steve Buscemi (Niños grandes 2) en estado de gracia, siendo casi más interesante su personaje que el de Sandler. Aparece también por la cinta Dustin Hoffman (#Chef), pero como el que aparece en set de rodaje a tomar café y se rueda una escena.
En resumen, Con la magia en los zapatos podría haber sido una cinta interesante si se hubieran centrado en un par de tramas. El aire que tiene a comedia clásica le funciona durante sus primeros minutos, pero conforme avanza la acción, y hay prisa por no pasar los 100 minutos de duración, todo se va al traste.
Lo mejor: Steve Buscemi.
Lo peor: Ese prólogo y epílogo en plan Marvel, solo falta ¡¡¡Samuel L. Jackson!!!.
Puntuación: 4/10