Tras el apabullante éxito de Bohemian Rhapsody en 2018 son muchos los estudios que están intentando emular aquel éxito sin conseguirlo. Tras las cintas sobre Elton John y Whitney Houston, ahora le toca el turno al cantante jamaicano Bob Marley, leyenda de la música reggae, en la película producida por el sello Plan B, perteneciente al actor Brad Pitt (Babylon). Bob Marley: One Love es un film entretenido, y prácticamente pasa como un suspiro, pero se le notan mucho las costuras y no termina de emocionar. Kingsley Ben-Adir (Barbie) y Lashana Lynch (The Marvels) dan vida al matrimonio Marley bajo la dirección de Reinaldo Marcus Green (El método Williams).
Con la excusa de un concierto a favor de la paz en Jamaica se nos cuenta la historia de Bob Marley. Una historia donde prácticamente se cuenta lo bonito y agradable. Los momentos más oscuros se dejan entrever pero sin reparar en ellos. ¿Les suena la estructura? Si, es la misma que la de la película sobre el grupo Queen. El afamado guionista Terence Winter (El lobo de Wall Street), junto con una par más, ha copiado el mismo esquema que aquel éxito. Son muchas las similitudes, como la discusión como su mujer (Mercury también la tuvo con la que fue su gran amor), el enfrentamiento con la discográfica (aquí es por la portada de un disco, en aquella por la duración de una canción), y el anuncio por parte de un doctor de su enfermedad que le llevaría a convertirse en leyenda (en la cinta laureada con varios Oscars era SIDA, aquí es cáncer). La única diferencia es que la legión de fans del grupo liderado por Freddie Mercury es mucho mayor que la del mayor representante del reggae.
Marcus Green pone el piloto automático y lo más reseñable de su dirección son los planos que nos muestran un campo en llamas al mismo tiempo que un caballo viene hacia cámara, y que pertenecen a breves insertos durante toda la cinta para mostrarnos la infancia del pequeño Bob. En ningún momento el director neoyorquino consigue que empaticemos con la leyenda y mucho menos con sus conflictos, por lo que la emoción es nula. La película tampoco es que tenga números musicales reseñables, de hecho, el más extenso es la interpretación del mítico No Woman, No Cry en un teatro en Londres, y apenas contiene alardes visuales.
Ben-Adir está correcto interpretando a Bob, gestos y movimientos evocan a la leyenda jamaicana. Desconozco si finalmente él ha interpretado los pocos temas que canta en la cinta o es un playback. Estupenda cara de sufridora y angustia consigue la interesante Lashana Lynch, el momento que le recrimina a su marido el no ir al medico es estupendo. Apuntar que también se pasea por la cinta el hijo del mítico Tony Soprano, Michael Gandolfini (Beau tiene miedo), en un papel casi testimonial.
En resumen, Bob Marley: One Love es un producto que va a rebufo de todos estos biopics de grandes estrellas de la música que están apareciendo y seguirán apareciendo en los próximos meses, pero que lejos del interés que pueden generar en los auténticos fans, la cinta es muy posible que no interese a todo el mundo. Tampoco ayuda que los temas más conocidos de Marley se congreguen prácticamente en el primer acto, por lo que los menos puritanos al artista acaben por tirar la toalla antes de llegar al acto final.
Lo mejor: No aburre.
Lo peor: Es mecánica y carece de emoción.
Puntuación: 4/10