Blood Father: La “dulce” niña de papa

En su camino a la redención con Hollywood, el actor y director Mel Gibson (Los mercenarios 3) vuelve a protagonizar una cinta de acción donde su personaje entona el “mea culpa” un par de veces. Su nueva cinta como protagonista se titula Blood Father, y es un entretenimiento de primer orden, con un argumento muy trillado, pero excelentemente rodado. Como pasó con Vacaciones en el infierno, Blood Father es un producto de serie B que hará las delicias de los fans del actor australiano en su faceta más “cool”. Jean-François Richet (Una semana en Córcega) es el responsable de este thriller con unas interesantes escenas de acción.

Mel Gibson y Erin Moriarty en Blood Father

Mel Gibson y Erin Moriarty en Blood Father

Un ex presidiario, que en su pasado tonteo con las drogas y el alcohol, deberá proteger a su hija de unos traficantes mejicanos. Este es el argumento de Blood Father. Una historia sencilla que se cuenta y resuelve en menos de 90 minutos. No pretende descubrir nada nuevo, únicamente entretener, y esto lo consigue. Quizá lo que más llama la atención es el ambiente malsano que se respira en la atmosfera, algo que dota a la cinta de cierto aire a western crepuscular. La historia se dirigiera perfectamente y contiene algún que otro chiste de humor negro digno de aplauso, como ese donde todos los miembros de la comunidad donde vive Gibson se presenta con armas a defender su hogar de los narcotraficantes.

Richet es un director francés bastante interesante, que ha estado refugiado en su tierra tras la escasa repercusión de la interesante Asalto al distrito 13, remake del clásico de John Carpenter, que sorprendió gratamente a la critica, pero no al publico. Richet demuestra que sabe manejar estupendamente la acción y nos brinda secuencias tan interesantes como el asalto a la caravana, la persecución en la carretera (un homenaje a los westerns de John Wayne), o su clímax final. Sin duda un director que merece una segunda oportunidad en Hollywood con un proyecto de un gran estudio.

William H. Macy y Mel Gibson en Blood Father

William H. Macy y Mel Gibson en Blood Father

La estrella de la cinta es Gibson. El australiano se presenta con una barbas muy “hipsters” y tatuando a tirados y colgados como medio de supervivencia. Su seca expresión contantes, apoyada en una cara curtida en mil batallas, y alguna que otro frase lapidaría, consiguen que sea el alma de esta fiesta. El otro pilar de la cinta es el excelente secundario interpretado por William H. Macy (La habitación), que es quien tiene los mejores chiste de la cinta. Erin Moriarty (The Kings of Summer) interpreta a la hija, y es quizá la más irregular del elenco, pues tiene momentos que pueden sacar de quicio al espectador más tranquilo.

En resumen, Blood Father es un producto de sobra conocido que no pretende revolucionar el genero. Sus 88 minutos son entretenidos y nos devuelven por unos momentos al Mel Gibson que nos encandiló en películas como Arma letal, Air America o Maverick.

Lo mejor: Mel Gibson

Lo peor: Es muy típica.

Puntuación: 7/10

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