En casi todas las películas hay una historia principal y varias secundarias. Normalmente la historia principal suele ser la más interesante y las secundarias se encargan de apuntalarla. Pero a veces eso no es así, y un claro ejemplo de ello es Belle, un drama romántico sobre una aristocrática mulata, con una trama secundaria sobre esclavos muertos mucho más interesante que la principal.
Inglaterra, pleno siglo XVIII, un capitán aristocrático tiene una hija mulata estando de misiones. Él no puede criarla y se la deja al cargo de unos familiares. Esta niña crecerá en un ambiente de riqueza y lujo pero algo marginada por el color de su piel. Cuando se hace mayor rivaliza con su prima por los mozos casaderos de la localidad, mientras que su tío, un juez del tribunal supremo, se enfrenta al caso de su vida. Nos encontramos ante una historia bonita que surgió cuando su guionista, Misan Sagay, vio un cuadro del siglo XVII donde una chica mulata estaba pintada igual que una aristocrática blanca cuando en aquella época esto no se daba. Al investigar dio con la historia de esta mujer. Belle no aburre y la historia principal esta bien, pero resulta mucho más interesante el juicio moral al que se debe enfrentar el tío de la protagonista por un tema de muerte de esclavos, una historia que posiblemente hubiera reportado algo más de publicidad gratuita a la cinta.
La actriz inglesa curtida en la televisión Amma Asante es la encargada de mover la cámara. Belle desprende cierto tono de telefilm pero con algo de presupuesto. Su dirección es correcta pero muy televisiva. Grandes generales para mostrar grandes mansiones, planos de situación, y conversaciones largas pero muy amenas de montaje.
El casting es engañoso en algunos momentos, ya que algunos de los actores anunciados en la promoción solo aparecen escasos minutos de proyección, pero los que allí permanecen están muy correctos a excepción de la protagonista, Gugu Mbatha-Raw (Touch), que será muy guapa y todo eso, pero hay momentos que parece que ha salido de una telenovela venezolana. Por su parte, Sarah Gadon (Enemy) resulta bastante creíble en su papel de prima contenida hasta que tiene que estallar. Pero quien se lleva la palma en la película es uno de los actores más veteranos del elenco, Tom Wilkinson (El llanero solitario) capaz de trasmitir las dudas de su personaje hasta el punto de no saber como va a reaccionar al final de la cinta.
En resumen, Belle es una cinta entretenida, bien hecha, y con actores más o menos interesantes. Tiene ritmo y se deja ver bastante bien. Aunque es una pena que se hayan dejado llevar por la historia de amor cuando lo realmente interesante es el juicio sobre los esclavos muertos.
Lo mejor: Tom Wilkinson.
Lo peor: La sensación de telefilm que desprende.
Puntuación: 6/10