Había muchas dudas depositadas en Ant-Man. Todas ellas venían debido a que cuando la película estaba a punto de arrancar el rodaje, Edgar Wright (Bienvenidos al fin del mundo) abandono la película (en la cuál había estado involucrado en los últimos años). Se buscó un sustituto de emergencias y ese fue Peyton Reed (Di que sí), un director que se había labrado una trayectoria en comedias románticas. Pero muchas de las dudas se han disipado. Ant-Man consigue cambiar respecto a muchas cosas vistas en las películas de Marvel, el humor toma el mando respecto al drama, pero eso no quita que la cinta tenga sus momentos. También consigue cambiar la dinámica de los clímax finales de Marvel y aquí no hay cosas enormes cayendo encima de la tierra. Ant-Man es un disfrute bastante recomendable.
Ant-Man es el cierre a la Fase 2 de Marvel, y da el pistoletazo de salida a lo que será la Fase 3 (pues en una de sus dos escenas post-créditos lo deja entrever). Por ello la historia ocurre exactamente después de lo que vimos en Vengadores: La era de Ultrón y eso se deja ver en algunos diálogos. Pero Ant-Man tiene su propio nombre y no le debe nada a los héroes de Marvel. Es más, tiene muchas similitudes con el primer Iron Man y con el desenfadado tono de Guardianes de la Galaxia. Así Ant-Man rápidamente se convierte en una de las cintas Marvel mas divertidas de las que ha realizado el estudio. Eso seguramente es debido a que Marvel mantuvo el toque de Wright pero enfocándolo hacía lo que ellos buscaban. Lo bueno es que han conservado bastante el humor del director ingles.
Las escenas de acción y las transformaciones de Ant-Man son realmente lo mejor de la cinta. Y el clímax. Un clímax que por fin se deja de tirar cosas desde el cielo para destruir la tierra. Las escenas de acción son originales y espectaculares, llenas de luz y de movimiento. En ningún momento, el personaje está quieto siempre está cambiando el tamaño lo que hace que sea todo mucho más espectacular. Pero aunque esto sea bueno, lo malo es que todo parece que va a mucha velocidad. Que quiere que lleguemos pronto a ver a nuestro nuevo héroe vestido con el traje y metido en la acción. Pero buen, todo tiene tanto ritmo que lo puedes perdonar. Y también por el gran elenco que se ha reunido para dar vida a este nuevo héroe.
Desde el inicio de la producción estuvieron involucrados Paul Rudd (Juerga hasta el fin) y Michael Douglas (Así nos va). El primero está impresionante. Él es Ant-Man y eso no se lo quita nadie. Es divertido, heroico y tiene muchos momentos desternillantes con sus diálogos. Sólo queda esperar a la siguiente cinta Marvel para ver a este actor reunido con más superhéroes. Douglas está perfecto como Hank Pym, el original Ant-Man. También aparecen Evangeline Lilly (El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos) que se posiciona como una de las nuevas chicas Marvel a tener en cuenta. Pero sin duda el gran acierto y roba escenas es Michael Peña (Corazones de acero). El actor de ascendencia mejicana es lo más divertido y gracioso que ha pasado por una cinta de Marvel. El villano es Corey Stoll (La buena mentira) está creíble en el papel.
Ant-Man es un acierto de Marvel, no será su mejor película, pero si que consigue convencer gracias a lo grandes cambios que introduce y evolucionar hacía lo que viene. Y no os levantéis cuando acabe la cinta, pues esconde dos escenas post créditos de quitarse el sombrero. Muy recomendable.
Lo mejor: Paul Rudd y Michael Cera. Y que es muy divertida.
Lo peor: Va muy rápido en su inicio.
Puntuación: 7/10