El prestigioso director y guionista James Gray (Z, la ciudad perdida) se embarca en un viaje especial en su primera incursión en el género de la ciencia ficción. Apoyado en la carisma del actor Brad Pitt (Érase una vez en… Hollywood), que también ejerce de productor, Gray nos presenta una propuesta para reflexionar recurriendo a un tema principal en su filmografía, las relaciones paterno filiales. Ad Astra aterriza en nuestras pantallas tras su presentación en el festival de Venecia.
En un futuro no muy lejano, un astronauta debe viajar a las estrellas para poner fin a un cataclismo en la tierra generado por la nave en la que viajó su padre hace 30 años. Esta es la premisa de Ad Astra, una historia que parece sencilla pero que oculta un trasfondo interesante sobre el impredecible viaje de un astronauta en busca de su padre. Como apuntábamos antes el guión de Gray usa una premisa de acción para envolver un viaje donde la relación entre un padre y un hijo es quizá lo más importante de la historia. También se guarda un par de ases en la manga para hacernos reflexionar sobre de dónde venimos y a dónde vamos. En ese aspecto (y en algunos técnicos) puede recordar a clásicos como Solaris, de Andrey Tarkovskiy, 2001: Una odisea del espacio, de Stanley Kubrick, o la más reciente (y quizá más comercial de todas) Interstellar, de Christopher Nolan.
James Gray vuelve a demostrar que es uno de los mejores directores de su generación. La cinta lleva un ritmo pausado hasta que parece que puede llegar a aburrir y en ese momento nos sorprende con una persecución de coches lunares (si, amigos, la luna es habitable y también hay delitos). Volvemos a los razonamientos, al viaje, y cuando parece que va llegar aburrir, otra escena de acción casi escalofriante. Misma estructura hasta el encuentro final, más dramático y crudo de lo que esperábamos, pero que le sienta estupendamente. Sorprende que Gray se haya rodeado de buenos artesanos en el mundo de la ciencia ficción y ahí tenemos al director de fotografía de Interstellar y al compositor del tema principal de La llegada (que antes uso Scorsese en Shutter Island, pero eso es otra historia).
Parece ser que este 2019 es el año de Pitt. Después de brindarnos un secundario memorable en la película de Tarantino, ahora contraataca con un personaje que duda de si querer ser como su padre o no. Sin duda una composición estupenda que tiene su mejor momento en el trama final. A Pitt le secundan (aunque se pueden considerar meros cameos salvo el del último) Donald Sutherland (El viaje de sus vidas), Liv Tyler (Un amigo para Frank) y Tommy Lee Jones (Bienvenidos a Villa Capri). Los tres están más que correctos en sus breve apariciones, aunque Lee Jones parece la versión espacial del Coronel Kurtz.
En resumen, Ad Astra es una cinta que recuerda mucho a Apocalypse Now pero en el espacio. Hay un viaje, hay una voz en off, hay momentos de locuras, y un momento para tomar decisiones. Quizá no sea una cinta para todos los paladares, pues su tráiler la vende como una cinta de acción en el espacio, cuando realmente no lo es. Un cinta con ritmo lento pero sin pausa que a más de uno le dará para pensar durante mucho tiempo.
Lo mejor: La dirección de Gray y la labor como actor de Brad Pitt.
Lo peor: Su tráiler vende una película que no es.
Puntuación: 8/10