Basada en la historia real de Solomon Northup, un hombre de color libre que fue secuestrado en Washington y vendido como esclavo en el sur, 12 años de esclavitud nos cuenta el calvario que vivió este señor a través de los ojos del director Steve McQueen (Shame), quien con tan solo tres películas se ha convertido en un director muy alabado y respetado. La cinta es impecable y cuenta con un reparto premiable encabezado por Chiwetel Ejiofor (2012) y Michael Fassbender (El consejero).
A modo de introducción vemos al protagonista como disfruta de una vida libre, ganándose la vida como violinista, cuando unos socios suyos deciden engañarle y venderle. A partir de aquí todo se convierte en un calvario que comienza en su viaje, y posterior venta, para eclosionar en una plantación de algodón donde vivirá las de Caín. El guion de John Ridley (Tres reyes) funciona perfectamente y no aburre en sus 135 minutos. Se mueve en una estructura de capítulos hasta la llegada a la plantación de Michael Fassbender, donde de solo esa historia se podía haber hecho un única película, pues todos los personajes tienen sus propias tramas muy bien ancladas a la general.
La estrella de la cinta es el director Steve McQueen, quien ha sabido dotar a la película de crudeza necesaria para que hasta el espectador lo pase mal. Su estilo recuerda al maestro Spielberg pero mucho más visceral y crudo. El momento en que Solomon se queda semi ahorcado es tan angustioso para el protagonista como para el espectador. El uso de planos generales, sosteniendo la duración, donde Chiwetel Ejiofor intenta liberarse, consiguen un efecto muy potente que hacia tiempo no veíamos en una pantalla de cine. Sin duda estamos ante uno de los claros candidatos al Oscar a mejor dirección de este año.
Quien también parece especialmente inspirado es el compositor de la banda sonora, Hans Zimmer (Rush). El alemán con un tema principal arrollador, y un momento de guitarras eléctricas, que acompaña a la secuencia del semi ahorcamiento antes mencionada, se gana el respeto de toda la sala, sin duda una de sus mejores composiciones.
Otro punto a favor del reconocimiento que esta consiguiendo este director es el interesante elenco de actores que participan en la cinta, algunos de ellos casi anecdóticos, pero impecables, como Scoot McNairy (Argo) o Michael K. Williams (Boardwalk empire). Chiwetel Ejiofor esta premiable por su interpretación, el momento en que le cuenta su historia a un posible aliado es de lagrima, para luego pasar al estado de más impotencia cuando su plan se ve mermado. Fassbender reclama su Oscar a gritos y latigazos, el momento que le enseña a Chiwetel a fustigar es memorable. La apenas conocida Lupita Nyong´o apunta maneras, atentos también a la secuencia del fustigamiento antes mencionada. Benedict Cumberbatch (Star Trek: En la oscuridad), Paul Giamatti (Cosmópolis), y Paul Dano (Prisioneros) están impecables en sus episódicas apariciones, en especial el ultimo, ¿cuándo se va dar cuenta Hollywood del potencial de este chaval?
En resumen, 12 años de esclavitud recuerda vagamente a El color púrpura de Steven Spielberg, pero en sus versión más dura y más amarga. Es una buena película que no deja indiferente a nadie pero quizá deberíamos esperar a otras títulos antes de ensalzarla como la mejor película de este año.
Lo mejor: La dirección, el guión, la música, el reparto…
Lo peor: El papel que se reserva Brad Pitt (Guerra mundial Z), se nota quien es el productor de esta película.
Puntuación: 9/10