
El cine de terror está experimentando en los últimos años un bajón de originalidad bastante preocupante. Hemos pasado del terror más psicológico al terror físico más característico del gore. Además, el coger ahora los supuestos “basado en hechos reales” se ha puesto de moda, aunque ya la gente haya dejado de creer en ello. Pero a veces llegan cintas como Déjame...