«Mis planes generalmente son una mierda»

Llega a las pantallas españolas la película Todos tenemos un plan, ópera prima de Ana Piterbarg, también guionista del film, que nos cuenta la historia de Agustín (Viggo Mortensen), que decide cambiar totalmente el rumbo de su vida asumiendo la identidad de su hermano, regresando al Delta del Tigre, lugar donde ambos pasaron su infancia; allí se ve dentro de un mundo en el que su hermano sabía desenvolverse, y que para él es totalmente nuevo. Al acto de presentación acuden Ana Piterbarg, directora, los actores Viggo Mortensen (Promesas del Este), Soledad Villamil (El secreto de sus ojos), Javier Godino (Café solo o con ellas) y la productora Mariela Besuievsky (Los crímenes de Oxford).

La rueda de prensa comienza con un leve aire de falsedad que rodea siempre cualquier acto de promoción, o al menos eso es lo que siente alguien nuevo como yo en estos asuntos. En las caras de los protagonistas se aprecian las tablas que cada uno tiene o no; así, Viggo Mortensen y Soledad Villamil parecen muy tranquilos, mientras que Ana Piterbarg, la novel directora, se muestra algo más nerviosa. La primera pregunta, como no puede ser de otra forma, es para Viggo. Nos habla del reto que supuso interpretar a dos personajes en la misma película: “Fue un desafío interesante y divertido, como todo lo desconocido. En realidad, eran dos personajes muy diferentes, que daban lugar casi a un tercero. En un inteligente gesto de la directora, rodamos primero las escenas en las que no aparecen juntos, así cuando llegó el momento de rodar los planos en los que aparecen los dos a la vez, ya los conocía bastante y fue más fácil”. A la segunda pregunta, que le cuestiona acerca de sus planes, haciendo una referencia al título de la película, Viggo responde que “mis planes generalmente son una mierda, porque no acaba saliendo ninguno”. En este punto surge alguna pregunta más para el mismo protagonista, y éste intenta, de una manera un tanto brusca, que sus compañeros empiecen a participar también en el juego.

Es entonces el momento de la directora, Ana Piterbarg, que nos habla de las complicaciones que conlleva siempre la realización de una ópera prima: “Sí, me dio miedo la película, ¡y estar acá ahora! (risas). Me he sentido muy apoyada por todos, y fue una experiencia fuerte, intensa, linda y difícil también. Ahora es la parte de disfrute, porque se puede compartir. Nos tenemos que animar a dar el paso y ver qué pasa con la película, que no está acabada hasta que el público la ve”. Después, la representante de producción e introductora de la charla nos cuenta el plan de estreno a nivel mundial, y cómo afectará la crisis y la subida del IVA aplicada en nuestro país, al sector: “La película ha sido vendida en casi todas partes, queda pendiente algún país como Italia o Portugal; en cuanto al tema del IVA, cada vez ponen más piedras en el camino; ya era difícil y ahora esto nos va a afectar a todos. No es una política acertada, pero es el momento que nos ha tocado y hay que seguir y refinar aun más las producciones”.

Vuelven las preguntas al protagonista de Alatriste, auténtico protagonista del evento: “ En realidad no hay diferencia en cómo se trabaja en Argentina y España. Me siento orgulloso y contento de que se me valore en Argentina. La verdad es que si no sabes que es español, no te das cuenta”, comenta, acerca de las diferencias entre los dos países, y su compañero de reparto, Javier Godino. Es el momento de la tan esperada pregunta; cualquiera que esté un poco al tanto de la actualidad deportiva en este país sabrá que hace tan solo unos días, Mortensen afirmó odiar a Mourinho, entrenador del Real Madrid: “Tengo dos equipos: el Atlético San Lorenzo de Almagro, en Argentina y el Real Madrid en España, y estoy metido en líos con los dos (risas). Me gusta lo artístico del fútbol, el juego por abajo, por el suelo, tocando mucho. Como hincha, tengo diferencias futbolísticas con Mourinho, al que no conozco personalmente y no puedo odiar, pero su comportamiento maleducado a veces y sus planteamientos me parecen pobres comparados con la historia del equipo. Lo del dedo en el ojo se lo hace a Tito Vilanova, un tipo educado y tranquilo, y no al Cholo (Simeone), que le rompe el culo a patadas (risas)”.

A continuación, Ana Piterbarg nos habla brevemente del origen de la historia que trata y del papel del hombre y la mujer en la película: “De pequeña pasaba algún tiempo en la isla, con las gentes del lugar. Es una historia que me ha llevado mucho tiempo escribir. Es bastante masculina, pero nos afecta a nosotras también, me interesa cómo una sociedad machista hace al hombre también ser como es. Además, es la visión tan diferente de la misma persona que tienen las dos mujeres protagonistas la que nos da la idea del personaje”. Sobre las localizaciones nos comenta: “No todo El Tigre es así; tiene zonas más “civilizadas”, otras más turísticas…aunque nos hemos centrado en la parte más propia y lugareña, creando un entorno creíble pero no realista, sino propio para la historia”. La directora nos habla también de la música creada para la película, que no anticipa, acompaña y remarca momentos muy puntuales, creando el ambiente propicio. Soledad Villamil, casi inédita hasta entonces, responde a una cuestión un poco más filosófica, sobre su lucha contra el mal interior que todos llevamos dentro: “El plan radica en conocer nuestros deseos íntimos, para no contradecirlos. Cuando lo hacemos, nos ponemos límites y y nos engañamos a nosotros mismos, empezamos a alimentar ese mal. Hay sabiduría en todos los obstáculos, incluso cuando el plan se va a la mierda”.

Volvemos a Viggo, cuestionado acerca de su regreso a Argentina, país en el que pasó parte de su infancia: “Es la primera película que hago allí, y estoy orgulloso de formar parte ya del cine argentino, que tiene tan alto nivel. Pero es imposible que vuelva a ser igual todo al regreso, yo he cambiado, no vuelve la misma persona. Obsesionarse con el pasado no es bueno”. La rueda de prensa se acerca al final, y los actores nos cuentan en pocas palabras cómo encontraron a sus personajes y qué dificultades tuvieron: “Mi personaje es analfabeto, muy sencillo, sabe que tiene que seguir órdenes, primero de su padrino, y luego de Pedro/Agustín, y entonces consigue liberarse un poco y ser él mismo”, comenta Javier Godino; “El plan que tiene mi personaje se derrumba, y se horroriza como un espectador más cuando se da cuenta del engaño; pero su plan es más fuerte que las personas que intervienen en él y decide seguir adelante”, nos cuenta Soledad Villamil. Viggo Mortensen vuelve a hablar sobre sus dos personajes: “Para ellos, las mujeres son guías inesperados; Agustín busca un cambio, aunque no sepa qué le espera. La película continuamente está sorprendiendo, desbaratando cualquier plan, y Agustín encuentra por fin un lugar en el que vivir el momento, dejando atrás sus miedos”.

Para terminar, Mortensen recalca el talento de Ana Piterbarg (sencilla, humilde y un tanto nerviosa durante todo el evento), y la calidad de la película, aparentemente pequeña, pero que según él, con el tiempo será recordada, y algo de lo que estar orgulloso, cumpliendo con el papel de estrella “protectora” que seguramente el resto del equipo sabrá agradecer.