«Los jóvenes cineastas lo tienen muy difícil»

Tras un photocall rápido y sin estridencias en los jardines del Museo Thyssen de Madrid, comienza la rueda de prensa en el salón de actos del mismo, algo más tarde de lo establecido por el retraso que sufrió la proyección de la película. Comparecen Fernando Trueba (Belle époque), director, Aida Folch (Los lunes al sol), actriz, Jean Rochefort (El hombre del tren), actor, y Chus Lampreave (Volver), actriz.

Chus Lampreave, Jean Rochefort, Aida Folch, y Fernando Trueba en la presentación de El artista y la modelo (5)

Chus Lampreave, Jean Rochefort, Aida Folch, y Fernando Trueba en la presentación de El artista y la modelo (5)

No parece casualidad que el museo sea el lugar escogido; recordemos brevemente que la película El artista y la modelo habla de un afamado escultor veterano (Jean Rochefort) residente en el sur de Francia que recupera las ganas de trabajar e idear nuevas obras a raíz de toparse casi por azar con una joven (Aida Folch) que ha conseguido escapar de un campo de concentración y que de ahí en adelante acepta trabajar como modelo para él… El ambiente parece el propicio para una conversación agradable entre los periodistas y los protagonistas de la obra, una conversación que a la postre resultaría algo insulsa por lo poco incisivo de las preguntas, pero amena por la buena disposición de los “interrogados”.

Como la mayoría de las preguntas, la primera es para el director. Trueba comienza hablando sobre la selección de su película entre las tres candidatas a los próximos Oscar, y sobre el hecho de que la música esté ausente en prácticamente todo el metraje: “Hay tres películas seleccionadas, y nunca me planteo estas cosas hasta que ocurren, como tampoco las malas; si puedo dejo todo para el último momento, o incluso para el día siguiente. En cuanto a la música, la película no me la pedía; sólo al final la 9ª de Mahler. Fue una decisión que tomé cuando todo estaba ya rodado”.

Después hablaron las actrices sobre las dificultades de rodar en francés. Chus Lampreave confiesa: “Pensé que lo hablaba mejor, porque lo estudié hace tiempo, pero al rodar me he dado cuenta de que no sabía tanto; al final he hablado sólo con la intención de que se entienda lo que estoy diciendo, y no sé si lo he conseguido”; tras alguna risa por parte de los asistentes, Aida Folch añade al respecto : “Fernando me habló de la película con bastante antelación, y pude ir a vivir dos meses al sur de Francia y aprender el idioma”.

Chus Lampreave, Jean Rochefort, Aida Folch, y Fernando Trueba en la presentación de El artista y la modelo (2)

Chus Lampreave, Jean Rochefort, Aida Folch, y Fernando Trueba en la presentación de El artista y la modelo (2)

A una de las preguntas más cinéfilas de la rueda de prensa, sobre la influencia de Renoir en la película, Trueba responde: “Más de una de mis películas debe mucho a este director, la deuda con él es casi vital. Ésta en concreto, además de los formalismos, tiene en común cierto panteísmo con el cine de Renoir”.

Es el momento de alguna pregunta un poco más liviana, como las referentes al hecho de que Aida Folch actúe casi todo el tiempo desnuda: “No he pasado mucho frío, excepto en las escenas del río; me he sentido muy arropada por el resto del equipo”.

Entonces entramos en temas algo más delicados, como la autoría de ciertas partes del guión, en especial el final, y la importancia de tener una idea, que el protagonista de la película se encarga de recalcar en más de una ocasión: “Siempre supe cómo acababa esta historia, ahí Carriere (coguionista) es inocente; uno de los desafíos de la película es contar este final de forma tranquila, natural y creíble, nada dramática. El artista vuelve a sentir ganas de trabajar, e incluso el deseo (sexual), y decide terminar su libro en lo más alto. Es lo coherente con el resto de la película”, comenta el director.

Por fin toma el turno Jean Rochefort, que comenta acerca de su personaje y la obra: “Raramente hay películas en las que haya trabajado con tanta complicidad e intensidad como he hecho en ésta con Fernando. Un director debe estar para inspirar a los actores, y he intentado tener una relación casi de hermano con él. Estoy muy orgulloso de haber tenido un papel en esta película en Francia pero tan profundamente española, aunque se aleje de lo normal en este cine”.

Jean Rochefort, Aida Folch, y Fernando Trueba en la presentación de El artista y la modelo (2)

Jean Rochefort, Aida Folch, y Fernando Trueba en la presentación de El artista y la modelo (2)

Sigue respondiendo Trueba, sobre el hecho de que el film esté rodado en blanco y negro, y acerca de si debe ser considerado “de autor”: “No he optado por el blanco y negro, ya que desde que empecé a pensarla, la película era así, no había otra opción. Era la mejor manera de comprender las esculturas y los ambientes que aparecen y que ve el artista. Si la película es considerada de autor, es un honor, pues creo que es el cine que vale la pena hoy en día; para que se entienda, “E.T. es la película de autor de Spielberg, pues habla de sueños de su infancia sin mucho dinero y con libertad; los jóvenes cineastas lo tienen muy difícil hoy para rodar con la libertad que necesita siempre el artista”; sobre el origen del film y lo diferentes que resultan sus obras, añade: “La idea surge en el año 95 ó 96; es diferente al resto de mis películas pero tiene cosas en común con ellas, y esto es lo bonito, que haciendo cosas diferentes se puede ver en un segundo plano que las ha hecho la misma persona. El estilo debe estar siempre, y lo está aunque no quieras”. Los actores tienen la misma nacionalidad que los personajes que interpretan, y Trueba lo justifica: “Hay otras opciones, pero así me los creo más”. Una extraña pregunta surge, sobre la posibilidad de adaptar la historia al teatro: “Eso tendría que hacerlo otra persona, que esté preparada para ello, yo no volvería a rehacer la misma historia”, contesta el director, auténtico protagonista de la mañana.

A continuación habla de la tensión sexual que en un momento aparece entre el artista y su modelo: “El artista experimenta unos celos que ya no creía capaz de sentir, y es un momento de azar importante, como en el arte, ella le hace el regalo de la idea en que van a trabajar, y se recupera la armonía”. Fernando Trueba se pone algo más serio cuando habla de la influencia de su hermano en la obra: “He pensado mucho en esto y no sé la respuesta. Pero sé que no estaría aquí ni haría películas si no fuera por mi hermano, que era un artista desde su nacimiento. Él era mayor, y yo le imitaba en todo lo que hacía desde que era pequeño”.

Jean Rochefort y Aida Folch en la presentación de El artista y la modelo (2)

Jean Rochefort y Aida Folch en la presentación de El artista y la modelo (2)

Vuelve la palabra a los actores, en este caso a los veteranos: “Estoy encantada de trabajar con Fernando, y siempre que me llame acudiré corriendo”, comenta Chus Lampreave; “Son este tipo de películas las que le dan a uno ganas de seguir trabajando, y me he prometido a mí mismo que, salvo milagro, será la última como actor”, anuncia Jean Rochefort.

Otra vez el director es destinatario de las preguntas; habla sobre la relación de los dos protagonistas: “Al principio, los dos personajes son especies diferentes, que se observan sin relacionarse; poco a poco se van comprendiendo, hasta tener una gran complicidad, y al final ocurre lo más bonito; se dan cosas el uno al otro, se enriquecen mutuamente. Cuando pensé la película, quise que mi hermano estuviese presente, sus dibujos, sus esculturas, sus herramientas… al final no pudo ser, pero de alguna manera está”. Sobre las dificultades que tuvo en el rodaje añade: “Cuando haces una película, no puedes bajar la guardia ni un segundo, cada plano supone una dificultad. Trabajar con la actriz desnuda ha sido un reto, no quise caer en tópicos grotescos ni artificios, sino seguir la coherencia de la película. Lo que busca el escultor es lo que la misma película busca”. Se acerca el final de la comparecencia, y Trueba sigue respondiendo a las preguntas, en este caso sobre la aceptación que está teniendo el trabajo: “Estamos muy contentos con la recepción de prensa y público, es una película arriesgada y nos sentimos muy felices de comprobar que todavía se pueden hacer cosas de este tipo”.

Con total tranquilidad termina la rueda de prensa y los protagonistas se quedan pacientemente charlando con algunos curiosos que se acercan a la mesa. Por mi parte el trabajo está hecho, y me voy al jardín a asentar un poco todo lo que he visto y oído; personas interesantes que trabajan y hablan, con naturalidad y sin prepotencia, de cosas interesantes, aunque desde una perspectiva quizás anticuada, pero ésa ya es otra historia…

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