Paul Laverty: “No me he inspirado en un caso concreto, sino en muchos”

Con motivo del estreno en cines de Yo, Daniel Blake, tuvimos la oportunidad de hablar con su guionista Paul Laverty (El olivo) en el pasado 64 Festival Internacional de Cine de San Sebastián. La película se alzó con la Palma de Oro en el Festival de Cannes y en San Sebastián se alzó con el premio del público.

La cinta cuenta la historia de un hombre que busca la ayuda por desempleo, pero al conocer a una mujer que realmente lo está pasando mal le llevará por una cruzada para que haya justicia para todos.

Ken Loach y Paul Laverty en el rodaje de Yo, Daniel Blake

Ken Loach y Paul Laverty en el rodaje de Yo, Daniel Blake

¿Qué te lleva a escribir la historia de Daniel Blake?

La realidad todo es porque la película anterior era muy densa y ahora queríamos hacer una cinta más liviana, una cinta sobre la calle, sencilla y con pocos personajes. Nos decantamos, Ken Loach y yo, por esto teniendo en cuenta todo el contexto que estaba sucediendo en Gran Bretaña, en donde los poderosos estaban abusando de los menos favorecidos, decidimos que había que contar una historia así. Además, hay que tener en cuenta que en Gran Bretaña se ha realizado una campaña de estigmatización de la gente, es decir, se hace creer que el 25% de las prestaciones se hacen de manera fraudulenta, pero en realidad es el 1%, entonces esto ataca a la gente discapacitada, que está en el paro, etc. Hicimos un trabajo de documentación muy grande ya que hablamos con funcionarios del sistema de desempleo, con expertos, activistas y gente que ha vivido lo mismo que se ve en la película. También fuimos a un centro de alimentos en donde vimos gente que tenía que decidir si ponía la calefacción o comía, o a madres que alimentaban a sus hijos con galletas únicamente. El reto al final es entender el sistema, entonces hay que entenderlo en su complejidad, para luego escribir la historia. Hay casos muchos más duros que los de Daniel Blake, como, por ejemplo, enfermedades mentales, discapacitados, hay suicidios. Podríamos haber contado esas historias, pero decidimos hacerlo con Daniel Blake porque es normal, trabajador y que paga sus impuestos. Y que, en un momento dado, necesita ayuda.

Al realizar esta película, que tiene momentos muy duros ¿Todo es por guion o también influye la mano del director?

Lo que rodamos es el guion. Ken y yo somos amigos desde hace casi veinte años, hacemos el casting juntos, pasamos tiempos entre ciudades buscando localizaciones. Es un trabajo muy orgánico, no hay demasiadas sorpresas, se graba lo que hay en guion y, aunque la gente pueda pensar que hay bastante improvisación, no hay demasiadas.

¿El director siempre tiene la última palabra? ¿Cómo sienta eso a un guionista?

Esto suena muy dramático, casi como si fuera un guion de Hollywood (risas), pero todo es muy orgánico. En todos estos años que he trabajado con Ken, suele haber muchos borradores del guion, hablamos, discutimos y somos muy auto críticos con nosotros mismos. Hacemos todos los procesos juntos y después rodamos. Y en montaje seguimos juntos, pero nunca he tenido la sensación de que uno u otro tenemos la última palabra, sino que los dos decidimos que nos viene mejor a la película. No suele haber mucho debate. Discutir me parece una estupidez, pero conozco gente que hace películas muy diferentes, por ejemplo, el guionista deja el guion y el director lo rueda, y eso así, no me gusta.

¿Hubo algún caso que fuera el que desembocó en la idea?

No, durante la investigación hablé con cientos de personas para entender realmente lo que ocurría, se trata de ir investigando debajo de todo eso y en las situaciones de las personas. Hay muchas que me han inspirado para realizar el guion, pero no hay uno en concreto, todo lo que se ve en la película ha ocurrido de verdad.

¿Cómo fue el proceso de casting?

En realidad, es muy sencillo, era buscar a actores que tuvieran la edad adecuadas. David daba el perfil perfecto, era creíble que fuera él. Además, tenía mucha química con la actriz. Lo que hicimos fue ver las ventajas de cada uno, elegir y tomar la decisión. Al final, tuvimos mucha suerte.

¿Qué le parecen los manuales de guion que se venden? ¿Sirven?

Aprecio la originalidad, veo películas de Billy Wilder y en internet tienes todo, creo que pueden ayudar. Una vez me invitaron para dar una masterclass y me negué, porque yo no soy un erudito de esto. Escribir un guion no significa que puedas enseñar a realizar un guion, si que creo que hay que tener curiosidad e imaginación. Enlazar todo. Ver mucho fútbol no te convierte en Messi. A mí me queda mucho por aprender, en cualquier caso, también me pregunto si se puede enseñar a ser compositor.

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