Nat Wolff: “Cuando era más joven me sentía un poco como Quentin”

Ciudades de papel es el primer papel protagonista de Nat Wolff, y la segunda ocasión en la que forma parte del reparto de un filme basado en una novela de John Green. En la primera, Bajo la misma estrella, apenas aparecía en un par de escenas, pero ahora le llega el turno de dar el salto a la primera línea y demostrar que, aunque no haya conseguido ser el Spiderman de Marvel (apareció en una de las primeras quinielas), está listo para retos mayores. El también músico, que forma con su hermano The Naked Brothers Band, estuvo en Madrid para promocionar esta película y habló de la relación de su personaje, Quentin, un joven responsable que ve su vida trastocada por una alocada chica, interpretada por Cara Delevingne (Anna Karenina), que es todo lo contrario a él.

Es la segunda película que haces sobre un libro de John Green. ¿Qué crees que engancha a los jóvenes y adolescentes de este autor?

Creo que trata a sus personajes, generalmente adolescentes, con respeto, y no habla por encima de ellos. Normalmente, la gente que escribe para los jóvenes les alecciona, y ceo que los lectores de John aceptan su trabajo porque él no lo hace.

Tengo entendido que fue en esta segunda película con John Green cuando te hiciste más amigo del escritor, porque además estuvo en el plató y compartiste más tiempo con él. ¿Rodando le ves más como un amigo o como el escritor sobre cuya novela estás trabajando?

Le veo más como un amigo. Tiene una forma de hacer que todos nos sintamos cómodos. Aunque estemos haciendo una adaptación de su libro, nos da mucha libertad. Creo que eso es poco habitual en un autor.

Llama la atención la relación que tiene tu personaje con Ben y Radar, sus dos amigos, es la parte más mágica de la película. ¿Cuánto de ello estaba en el guión y cuánto se improvisó?

En cualquier película, todo el mundo dice que los compañeros del reparto son sus mejores amigos, y aproximadamente el 95 por ciento de las veces están mintiendo. Pero en esta película nos hicimos grandes amigos. Justice Smith, que interpreta a Radar, se acaba de mudar a Nueva York, y se ha venido a mi caso porque no podía ir a otro sitio, así de cercanos somos. Creo que tener esa cercanía y esa amistad en la vida real hizo que pudiéramos estar completamente relajados delante de la cámara y que hubiera mucha improvisación y libertad. Además, nos llamábamos por los nombres de nuestros personajes cuando estábamos trabajando, lo que parece un poco raro pero realmente nos ayudó a sentir que estábamos dentro de este mágico mundo de ficción.

La película trata del paso de la adolescencia a la madurez. ¿Qué es lo más desconcertante de esa etapa?

Cuando era más joven me sentía un poco como Quentin, cuando tenía 12 o 13 años, me sentía incómodo conmigo mismo. Creo que Quentin está cada vez menos incómodo consigo mismo según avanza la película. Y también creo que los chicos, especialmente los chicos, proyectan sus fantasías sobre las chicas que conocen.

La primera decisión que se toma en la película es la de darte el papel, sin que ni siquiera estuviera escrito el guión. ¿Te causó eso algún miedo?

No, porque sabía que los guionista Michael Webber y Scott Neustadter, que habían escrito Bajo la misma estrella, iban a escribir Ciudades de papel, y creo que esos tipos son asombrosos. Y así me sentí más parte del proceso creativo que en cualquier otra película. Además, pude leer en las audiciones con los actores que se presentaron para los demás papeles, y todos los actores que hubieran sido mis primeras elecciones acabaron en la película.

La película está contada desde el punto de vista de tu personaje, Quentin. ¿Cuánto has puesto de ti en él? ¿Te pareces mucho a él?

Cada vez que hago una película intento encontrar aspectos en los que me parezco al personaje y aspectos en los que no soy como él. En este caso encontré mucho más parecido, especialmente cuando era más joven de lo que soy ahora, cuando tenía 12 o 13 años. Así que fue como coger una máquina del tiempo y volver a cuando tenía 12 o 13, escuchaba música que me gustaba entonces, veía vídeos de mí mismo y buscaba ropa y objetos que me hacían conectar con aquella época.

Hablando de tu faceta de música, la banda sonora es como muy generacional. ¿Qué destacarías de la música de la película?

Tengo una canción en la banda sonora de Ciudades de papel, lo que me parece genial porque tengo un grupo con mi hermano. Para mí no puede ser más mágico cuando esos dos mundos se cruzan, la música y el cine.

Y hablando de la música pero desde un punto de vista más divertido, hay una escena en la película en la que se canta el tema de Pokemon. Incluso tu personaje pregunta si de verdad es esa la primera canción que se le ocurre. ¿Fue improvisado?

No fue improvisado pero no estaba en el libro. Probamos diferentes canciones y alguien sugirió Pokemon. Y dado que teníamos la edad perfecta para ello, era la única canción de la que Josh, Austin y yo nos sabíamos cada palabra.

Tu personaje proyecta todas sus fantasías sobre el deCara Delevingne. Llama mucho la atención que transmita tanto proviniendo del mundo de la moda…

La verdad es que es una gran actriz. Llegó a la prueba, y yo debía de ser la única persona en el mundo que no había oído hablar de ella, pero cuando la vi le dije que creía que aparecía en un cartel que estaba cerca de mi apartamento. Nos impresionó a todos en la prueba.

En la película, el personaje de Cara, Margo, es más libre y el tuyo, Quentin, apuesta por seguir las normas. ¿Cuál es el camino intermedio para encontrar la propia identidad?

Esa es una muy buena pregunta. Creo que al final de la película, quizá puedan encontrarse en un punto intermedio, que Quentin haya aprendido a ser un poco más espontáneo y que se pueda confiar un poco más en Margo.

Al hilo de lo que proyectan esos dos personajes, en la primera parte de la película es donde se ve mucho más la parte alocada de ella y en la segunda se ve la evolución de él. ¿Rodasteis algo de la película cronológicamente? ¿Cómo haces para meterte en situación en cada momento?

Siempre deseo que cada vez que hago una película se haga en orden cronológico, pero nunca lo organizan de esa manera. Lo único que tengo que hacer es conocer perfectamente el guión, y dado que tuve tanto tiempo con el guión y el libro antes de rodar, unos seis meses en los que trabajé sobre ellos todos los días, para cuando llegó el rodaje sabía dónde estaba en cada momento, porque la historia se cuenta a través de los ojos de Quentin. La escena del baile de graduación sí fue al final, y creo que por eso es tan emocionante. Es probablemente mi escena favorita, de rodar y de ver.

De entrada la película parece una historia romántica para adolescentes, pero entrando en ella ves que también puede gustar a espectadores adultos, lo mismo que Bajo la misma estrella. ¿Qué crees que aportan las películas basadas en las novelas de John Green para apelar a ese público?

Creo que cuando un artista muestra su obra con honestidad puede llegar a mucha gente. Pienso que los personajes de John son sinceros y complejos, y sus libros son así. Josh Boone y Jack Schreirer, directores de Bajo la misma estrella y Ciudades de papel, se han asegurado de hacer también sus películas sinceras y complicadas.

Creo que es tu primer papel protagonista. ¿Cómo afrontaste ese reto?

La verdad es que para mí ha sido más fácil hacer Ciudades de papel que Bajo la misma estrella, porque en Bajo la misma estrella tenía un par de escenas que estaban en medio de la historia de amor, que era el tema principal. Trabajaba un día, después tenía una semana libre, y después trabajaba otro día, mientras que en Ciudades de papel podía relajarme y dejar que la historia me llevara, tenía el tiempo que necesitaba para llegar a donde quería.