Con motivo del estreno de Sueño y silencio entrevistamos a su director Jaime Rosales. Jaime Rosales fue galardonado con el Goya a mejor director por La soledad, debido a su manera de innovar a la hora de dirigir una cinta, en pantalla dividida todo el metraje.
¿Qué quieres contar con Sueño y silencio?
No quería contar nada en particular. Después de haber vivido un periodo de intensas emociones e ideas he decido hacer una película en la que estén vinculadas todas esas sensaciones. Dentro del núcleo central de esas emociones está la búsqueda de un lenguaje que tiene que ver con la trascendencia y con la espiritualidad. Ambas cosas están muy conectadas a la vida y también a la muerte.Para mi hacer una película viene significa esculpir algo muy concreto pero también hueco, así puede ser rellenado por el espectador. No busco transmitir un mensaje concreto.
¿Cómo ha sido el trabajo con los actores?
Todo es improvisación. Los actores recibían el texto, ni acciones. En el momento de la escena los separo y les digo a cada uno algo distinto. Coloco la cámara, monto un plano y ese plano tiene que ser válido para cualquier situación. Yo no sé lo que van a hacer, el plano debe de ser sólido y tiene que tener suficiente sentido para que caigan donde caigan aguante.
¿Cómo fue la preparación con ellos?
Consistió en una especie de colonia de convivencia. Ahí establecemos unas semanas de trabajo que se trató muchas veces de leer cosas biográficas juntos. Otras veces les decía que se fueran de compras juntos y que luego me contaran que se habían comprado. Otro día les decía que fueran al cine y que pactaran la película entre todos. Intercambiábamos información, planeábamos situaciones, pero nunca ensayamos una escena, nunca les dije como tenían que hacer las cosas.
Hay momentos de la película que parecen cuadros, ¿Cuáles han sido tus referentes?
No hablamos tanto de pintura como de materiales. Una de las claves es la separación entre el concepto de puesta en escena y cuadro, la otra clave es que en el cine todo es el proceso de una praxis. Para llegar a esa imagen probamos diferentes lentes. Mucha gente me ha dicho que la película recuerda a las fotografías de la agencia Magnum o a imágenes de las peliculas de Michelangelo Antonioni.