Ethan Hawke: «Actuar es el centro de mi vida»

El Festival Internacional de San Sebastián ha reconocido la carrera de Ethan Hawke (Los siete magníficos) con la entrega de el Premio Donostia, la máxima distinción que hace el festival a la carrera de un actor. El actor, que presentó el año pasado Regresión, se mostró realmente sorprendido y entusiasmado con este premio.

Training Day, El club de los poetas muertos, Gattaca, la trilogía de Antes de… con Richard Linklater (Todos queremos algo) o Boyhood, han sido algunas de las películas que han hecho que Ethan recogiese el premio en la ciudad Donostiarra. Nosotros pudimos hablar con él sobre el premio, su carrera y su vida en general:

Después de tantos años, en los que ha trabajado como actor, director, escritor y músico… ¿qué le aporta la interpretación?

Actuar, para mí, es el centro de mi vida. Todo lo que sé acerca de la escritura, la dirección o la música germina en mis experiencias como actor. He estado sentado en salas con grandes directores, grandes actores y también he co escrito guiones junto a Richard Linklater. Cuando algo cualquier cosa quiero que sea arriesgada, que me saque de mi zona de confort, y en este momento me siento que, como actor, a la vez, estoy desarrollándome como persona. Cuanto más maduras, más poderosa se vuelve tu imaginación. Cuando hice Macbeth, por ejemplo, lo sentí como un encantamiento, una meditación acerca del poder y la avaricia. Sé que sueno un poco pretencioso, llevo todo el día hablando de mí mismo, y cuanto más lo hago más pretencioso me pongo, pero amo actuar. Cuando tenía 15 años la gente empezaba a hablar sobre sexo, y yo pensaba «bueno, ahora es excitante, pero ¿no se acabará volviendo aburrido?». Y no, nunca se vuelve aburrido, cada vez se vuelve más interesante y también sigues aprendiendo algo nuevo cada día. Nunca tienes suficiente.

Suele decir que el arte le ayuda a mantenerse equilibrado, ¿a qué se refiere?

Algunas personas están asustadas de la palabra arte, pero yo no la veo como una palabra para pedantes o listillos, yo lo veo en el centro de mi vida. Nuestra creatividad es como la naturaleza, no podemos controlarla, aunque intentemos amarrarla, y todo el mundo la tiene. Especialmente si haces una película de gran presupuesto. Yo nunca he hecho ninguna, solo hice esta porque me encantan Antoine Fuqua y Denzel Washington, y fue una oportunidad especial ya que me dieron la oportunidad de crear un personaje interesante. También lo interesante de trabajar en una película de género es un reto para uno, ya que, si haces una película sobre Nelson Mandela, está claro que esa será una historia sobre la diversidad y la igualdad de derechos. Pero si haces una película de acción, su objetivo es sencillamente resultar entretenida. Aprendí una cosa de mi primer profesor a considerar el valor que tienen las películas de género y el amor que levantan entre los espectadores.

¿Qué sientes al ganar el premio Donostia?

Siento que he engañado a alguien y que están cometiendo un error, pero yo lo acepto. No puedo creerlo cuando la gente me dice que llevo trabajando 30 años, no puedo creerlo, pero si pienso sobre hacer sentir algo en pantalla. Amo muchísimo al cine y disfruto trabajando de esto pensando en que hago feliz a la gente, y esa gente me entrega a mí un premio, sólo puedo decir que es un placer enorme. Espero no utilizar esa felicidad para convertirme en un idiota pomposo, y seguiré trabajando más para seguir haciéndolo mejor.

¿Está satisfecho con su juventud?

Cada vez que me siento triste por la juventud perdida, me recuerdo a mí mismo que envejecer es siempre mejor que la alternativa, que es la muerte. Cuando tenía 20 años, tenía 20 años, y cuando tenía 30 años tenía 30 años, y vivía aquellos años sin necesidad de preocuparme Y ahora voy a cumplir 46 años y estoy intentando pensar en ello, porque si miro atrás, al final, aferrarse al pasado hace daño. Es como el final de Boyhood, piensas en ello y te sientes realizado. Yo soy de la generación Carpe Diem, no soy de los de mira el momento, sino de vive el momento que tienes delante de ti. La vida suele ser confusa y siempre pensamos que, quizás, hacerse mayor es algo negativo, pero yo no pienso así. Yo siempre he aprendido de la gente mayor que yo, pero nuestra cultura celebra demasiado la juventud. Me encantaría que pusieran a gente madura en los anuncios de ropa, así los chavales sentirían que tienen una dirección en la que avanzar. Esta obsesión con tener 20 años hace que mucha gente joven sienta que si no han alcanzado sus objetivos a los 21 es que nunca van a lograrlos. Y esto lo sé porque tengo una hija de 18 años que está pasando por estas cosas ahora mismo.

¿Qué le llevo a escribir un libro como Reglas para un caballero, lleno de consejos para sus hijos? ¿Es un buen padre?

Todo el que crea que es un buen padre, probablemente no lo sea. Yo intentaba no sentirme un padre culpable. Escribí ese libro por un impulso. Mi primer matrimonio se había roto y pasaba mucho tiempo alejado de mis hijos. Siempre estaba despidiéndome de ellos. En un divorcio, tanto el padre como la madre sufren una tremenda carga de culpabilidad, como si hubieras perdido tu sueño. A los niños les encanta la idea de que sus padres se quieran y estén juntos, les hace sentirse plenos. Y cuando sienten que sus padres en cierto modo se desaprueban mutuamente, les resulta doloroso. Así que empecé a escribir este libro como una forma de estar con ellos mientras estaba alejado de ellos. Tus hijos te dicen que quieren comer macarrones con queso, y que «mamá nos deja comer macarrones con queso», así que se los das. Tengo 4 hijos, y sus edades son tan dispares que hasta las vacaciones son complicadas para mí. La de 18 años quiere que escuche su música y que lea sus libros. El de 14 quiere jugar al baloncesto, el de 8 quiere salir con la bici, y la de 5 quiere jugar a las muñecas. Y todos se enfadan si no consiguen lo que quieren, así que solo puedo perder: si hago a uno feliz, los otros tres estarán tristes, haga lo que haga. Para mí, actuar es como estar en un spa comparado con estar en mi casa.

Tu carrera comenzó muy pronto con Exploradores ¿Hay ya sabías que querías ser actor o fue más tarde?

 Más tarde de lo que te puedes imaginar. Siempre fantaseas con la idea de actuar, y yo estuve coqueteando, pero al igual que una gran cantidad de gente que joven que quiere ser actor. Yo estaba muy asustado al principio, porque cuando estalló el éxito de El club de los poetas muertos tuve miedo de ser un nuevo adolescente que tenía una buena película y se echaba a perder. Porque el mundo está lleno de esas ex estrellas efímeras. Entonces comencé mi propia compañía de teatro con gente de mi edad, por aquel entonces 23, y todo esto ante de Antes del amanecer. Linklater tiene cierta culpa de todo esto, pero el gran impacto que tuve fue cuando conocí a Peter Weir en El club de los poetas muertos. Peter estaba muy interesado en nuestra generación y supo captarlo todo perfectamente. Y después de aquello fue cuando quise ser actor de verdad.

Su filmografía está llena de clásicos que a la gente no sólo le gustan, sino que forman parte de su vida como Gattaca, El club de los poetas muertos, la trilogía Antes del o Boyhood ¿Ese patrón es lo que le frena a la hora de hacer películas de súper héroes? ¿Por qué nunca ha aparecido en más blockbusters?

Mi próxima película no es exactamente de súperhéroes, aunque algo tiene, pero como la dirige Luc Besson será una película de Luc Besson. Yo haría Superman por Luc Besson, porque sé que sería interesante. Yo nunca he aparecido en ningún blockbuster, sobre todo porque la mayoría no me gustan. Los siete magníficos fue una oportunidad de aparecer en una película que va a ver todo el mundo, porque si no lo haces tu carrera se acorta. Si no, no vas a conseguir sacar adelante un Antes del amanecer, Gattaca o un Antes que el diablo sepa que has muerto. Para su financiación, esas películas pequeñas dependen de actores cuya fama proviene de taquillazos. Es muy importante encontrar el equilibrio, si no la fiesta se acaba. ¿Sabes cuál era la carrera más emocionante de mi generación? Sin duda, la de Johnny Depp. Tenía la carrera más interesante, excitante y extraña, hasta que hizo un blockbuster. Y entonces su carrera se volvió igual que la de todos los demás. Ojalá vuelva a esas películas excéntricas de su juventud, espero que se lo esté pasando en grande, y sé que debería decir que estaba brillante en El llanero solitario y es que su talento es el mismo, pero sus elecciones han cambiado. Lo mismo le pasó a Nicolas Cage.

¿Por qué cree que hacen eso, por avaricia?

Para ser justo, no se trata de eso. Es difícil de entender para la gente desde fuera, pero hay una presión añadida cuando estás en una película que ha costado mucho dinero. Quieres sentirte un valor seguro. La persona más lista de mi generación es DiCaprio. Él se dio cuenta, después de Titanic, de que su presencia podía cambiar las cosas, pero mantuvo su misma filosofía. Simplemente la movió hacia películas de gran presupuesto. En vez de seguir el juego de los demás, cambió el juego. Eso es muy difícil, él se forjó una posición en la que puede trabajar con grandes cineastas. Usó su valor comercial para conseguirle a Martin Scorsese el presupuesto que quisiera para cualquier proyecto. Aquello fue brillante.