Entrevista con Logan Miller por Escape Room 2: Mueres por salir

Con motivo del estreno en salas de cine de Escape Room 2: Mueres por salir, hemos podido charlar con su protagonista Logan Miller (La invocación).

¿Cómo ha sido volver a traer a Ben Miller al universo de Escape Room?
Pues muchos ejercicios de respiración y charlas motivacionales delante del espejo. He intentado pasar el mayor tiempo posible dentro de un jacuzzi antes de volver a adentrarme en el palacio de tortura de Escape Room 2: Mueres por salir (Ríe).

¿Cómo nos encontramos a Ben al principio de la película?

Lo genial de esta película es que en la primera Ben había tirado la toalla con la vida y era un cínico. Al parecer no le importaba vivir o morir. Después de la terrible experiencia, tiene una segunda oportunidad para vivir y la va a aprovechar al máximo. Cumple con sus responsabilidades y apoya a Zoey (Taylor Russell) en la medida de lo posible. Se convierte más en un líder, lo que me parece genial. Eso ha sido lo divertido de la evolución del personaje. Se ha convertido en una especie de héroe de acción.

¿Por qué vuelve Ben en Escape Room 2: Mueres por salir?

Justo cuando pensaba que había salido, me vuelven a meter (Ríe). Se lo debe a Zoey. Le ayudó a que se salvase la primera vez y él quiere que ella también sea feliz, aunque también tienen cosas pendientes. Ella busca venganza por toda la gente que murió ante sus ojos. Ben piensa igual. Creo que saben que hagan lo que hagan, todavía hay algo acechando, algo de lo que no pueden escapar. Minos todavía está ahí fuera. Sabe que intentar seguir con su vida como si nada es vivir en un mundo de fantasía. Para poder pasar página van a tener que acabar con estos tipos.

A los espectadores les encantaron las habitaciones de la primera película. ¿Cuándo te contaron lo que tenían preparado para esta?

Tuvimos un par de reuniones un tiempo antes. Aunque no nos dieron el guion entero hasta que llegamos a Sudáfrica. Lo que fue bastante divertido, porque nos mantuvo bastante en suspense y no sabíamos que esperar. Fue genial recibir el guion una vez estábamos ahí y empezar de lleno con los ensayos. Tuvimos reuniones abiertas sobre lo que queríamos cambiar y qué cosas podíamos hacer de forma distinta. Pero antes de empezar no sabíamos bien qué esperar, lo que fue una locura.

Logan Miller y Taylor Russell en Escape Room 2: Mueres por salir

Logan Miller y Taylor Russell en Escape Room 2: Mueres por salir

¿Cuál de las habitaciones te ha impresionado más?

Pues destacaría la escena del metro, ya que estábamos en un estudio de grabación aleatorio en Sudáfrica y parecía que estaba cogiendo el metro de Canal Street en Nueva York. Tenía un nivel de detalle increíble, hasta el punto de que parecía real. Eso fue lo mágico de la escena, que el decorado se convierte en un personaje en sí. Y lo mejor de todo es que tenemos la oportunidad de ver todos los detalles de cada una de las habitaciones. Aunque siguen siendo «escape rooms» reales. Todos los artilugios funcionan de verdad, solo tenemos que engañar un poco al ojo con humo y espejos, aunque no mucho. La mayor parte es real, lo que hace que sea una experiencia visual mucho más impactante.

El director Adam Robitel comentó que en la escena del metro construyeron un vagón de verdad. La logística de rodar esa escena ha debido de ser complicada y minuciosa.

Pues es como un gran puzzle que cada día completamos con una pieza más, ¿sabes? Está detallado hasta tal punto que solo conseguimos segmentos. En un día llegamos a los 30 segundos de metraje, o a un minuto como mucho. Cada día avanzamos en el proceso e intentamos averiguar cómo continuar. Nuestro diseñador de producción, Mark Spicer, incidió mucho en capturar hasta el último detalle, porque en definitiva es de lo que van este tipo de películas. El rodaje puede pasar factura, pero merece la pena cuando lo ves todo montado al final. No han dejado fuera ni un solo ángulo. Han abordado todo como una gran tarta de pisos.

¿Cuál ha sido la escena más difícil de rodar?

Para mí, la habitación de la playa. Además de acabar con arena en partes de tu cuerpo que no sabías ni que existían, también tuvimos que lidiar con la arena reciclada que olía como una pecera sucia. Fue bastante grotesco tener que meterte ahí un día tras otro. Si me ves poniendo mala cara, que sepas que era real. Estaba soportando la peste.

¿Y Adam por qué te lo hace pasar tan mal en las dos películas? En la habitación de la playa te tira de unas torres altas y en otra escena el techo te aplasta, literalmente.

Pues no lo sé (Ríe). Igual le ofendí de verdad en una vida pasada y ahora estoy pagando el precio. Lo peor es que siempre he dicho en broma que Ben podría tener ADN de cucaracha, porque es imposible acabar con él. Tengo escenas increíbles gracias a estas dos películas. Así que sí, soy invencible, ¿qué puedo decir? (sonríe)

Hablemos sobre la habitación que se desploma sobre tu cabeza. Es una escena rodada en una sola toma que parece bastante peligrosa.

Fue genial. La rodamos unas ocho veces. Tiene muchos detalles y el hecho de que sea una sola toma hace que parezca que estás ahí dentro cuando la ves. Si te soy sincero, estaba bastante intranquilo. Todo estaba bien atado, tuvimos docenas de reuniones sobre seguridad, controlaron que todo funcionaba bien… pero nunca se sabe. Construimos una cámara de tortura, así que si algo sale mal, pues era de esperar, ¿no? Pero no, fue genial. Eso fue lo divertido, que realmente parece que me están aplastando hasta matarme.

¿Cómo ha sido volver a trabajar con Adam?

Como ya nos conocíamos fue más planificación y encajar todas las piezas. Sabíamos lo que nos esperaba, lo habíamos hecho ya una vez y ahora teníamos que volver a hacerlo, aunque esta vez todo un poco más a lo grande. Esa experiencia pasada sin duda nos ha ayudado. Teníamos que estar preparados, prestar atención hasta del mínimo detalle. Adam es muy bueno con eso, piensa todo diez veces antes de entrar al lío. Si acaso, en esta película lo hace aún mejor.

Logan Miller en Escape Room 2: Mueres por salir

Logan Miller en Escape Room 2: Mueres por salir

Rodar esta película debe ser como correr una maratón.

Ha sido agotador. He perdido unos 5 kg en esta película. Cada día era como ir a entrenar a tope. Cuando llegaba a casa a dormir soñaba que estaba en un mundo de «escape rooms». Pensaba que el equipo y reparto entero estaban en mi habitación y me indicaban cómo dormir bien. Así que no ha sido muy confortable. Pero en cuanto tenía un rato libre me escapaba para que me diesen un masaje o me metía en un jacuzzi. Dios sabe que lo necesitaba.

Después de pasar por una experiencia tan intensa juntos en la primera película, ¿cómo ha sido volver a trabajar con Taylor Russell?

Hay un tipo de conexión, sin duda. Ha sido genial que nos apoyásemos tanto el uno al otro. Si nos parecía que algo no estaba bien o queríamos potenciar algo, no teníamos problema con verbalizarlo por la confianza que tenemos ya con todo el equipo. Ha sido una colaboración muy especial. Agradezco mucho haber contado con ella, somos camaradas. Le dimos una pequeña charla de apoyo al resto del reparto para avisarles en dónde se habían metido, ya que estaban igual que nosotros en la primera película. Así que era el momento de tomar las riendas y avisar al resto.

¿Cómo ha sido ver al reparto nuevo vivirlo todo en sus propias carnes?

Yo les avisé, y al final de la primera semana me confesaron que tenían que haberme escuchado más. Acabaron reventados, y eso que ni sabían lo que estaba por llegar. Pero ha sido genial poder trabajar con más gente, meter caras nuevas y ver cómo estos actores contribuyen con la franquicia. Ha sido muy divertido. Ha habido mucho trabajo en equipo. Todo el mundo ha estado dispuesto a escuchar y ha actuado como se esperaba. Ha habido una buena conexión.

El nuevo reparto encaja a la perfección en Escape Room 2: Mueres por salir, ¿cómo ha sido trabajar con ellos?

Ha sido genial. Partiendo del hecho de que hemos tenido que contar las historias de fondo de cada uno muy rápido, han sido capaces de meterse en el papel a la perfección. Las trasfondos de cada personaje son fundamentales en una historia, así que el hecho de que hayamos podido encajarlos con todo lo que ocurre es perfecto. También ayuda que los actores hayan podido complejizar el papel y que no transmitiesen simplemente la idea de que un tipo es bueno y el otro malo. Tener buenos actores interpretando a estos personajes ha hecho que todo sea mejor.

La película se ha rodado principalmente en Sudáfrica. ¿Cómo ha sido la experiencia fuera de cámara?

Pues he intentado alejarme todo lo posible de un «escape room» (Ríe). Rodamos en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Es una ciudad espectacular. Se pueden hacer mil cosas, como senderismo en la montaña, tirolina y visitar viñedos. También había gente que conocí durante el rodaje de la primera película. Siempre está bien volver a un sitio donde ya has trabajado. Hay una sensación de hogar, aunque te encuentres literalmente en la otra parte del mundo.

Taylor Russell y Logan Miller en Escape Room 2: Mueres por salir

Taylor Russell y Logan Miller en Escape Room 2: Mueres por salir

¿Te sorprendió el éxito mundial de la primera película? ¿Cómo llevas que te reconozcan por la calle?

Me miran como con pena (Ríe). No, es genial. Es algo que no me esperaba. La primera película fue un experimento, en plan, a ver si podemos coger esta idea y hacer una película entera sobre ella. Y la respuesta que tuvimos fue la mejor posible, nos quedamos atónitos. Aunque tampoco me sorprendió tanto sabiendo que la gente detrás de las cámaras iba a trabajar lo mejor posible, igual que lo hicimos delante de las cámaras. Nunca se sabe qué franquicia va a tener éxito, sobretodo siendo una historia nueva. Aunque el concepto de un ‘escape room’ ha viajado por el mundo entero, es algo que todo el mundo comprende y puedes encontrar al menos uno en cada gran ciudad. Es algo que todo el mundo conoce.

Una de las teorías que introducís en esta película es que la corporación Minos está en todas partes. Es un punto argumental que expande considerablemente el universo de la película.

Sí, e incide más aún en la sensación de trastorno de estrés postraumático. Siempre miras para atrás, ya que nunca sabes qué va a ocurrir. Les pasa a Zoey y Ben al principio del todo. Alguien le roba algo a Zoey y van en su busca. Se meten en el metro y piensas que todo va a ser normal, pero en realidad están entrando una vez más en los ‘escape rooms’. Es por eso que tienen la responsabilidad de acabar con ellos. Si sus redes están por todos lados, para que más nadie más acabe mal lo único que pueden hacer es revelar lo que hacen o acabar con ellos.

Si se acaba haciendo una tercera parte, ¿qué te gustaría que hiciese Ben?

Si hacemos una tercera película quiero parecerme lo más posible a John McClane, el protagonista de La Jungla de Cristal. Quiero ser el tipo que está en el meollo cuando ocurren las cosas. Quiero pensar que sí va a haber otra entrega de Escape Room, que va a haber un montón de caras nuevas, y que Zoey y yo somos los que encontramos todos los secretos y acabamos con Minos antes de que nadie muera.

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