Alejandro Marzoa: «Internet es el futuro y no hay que negarse»

Con motivo del estreno de Somos gente honrada, hemos podido charlar con su director y guionista Alejandro Marzoa, que debuta con esta comedia con tintes dramáticos tras una intensa carrera como cortometrajista. Somos gente honrada esta avalada por José Corbacho (Tapas) en labores de producción.

¿Son los blogs una futura salida de la crisis?

(Risas) Lo dices por el blog de cocina de la mujer. Internet es el futuro y no hay que negarse, es una pregunta que podría ser muy larga. Creo que hoy en día en el cine habría que amoldarse a los medíos, de hecho soy muy defensor de todas las plataformas que hacen que tengas cine en casa por una vía legal y por Internet, siempre que pueda ser un negocio totalmente legal por supuesto, totalmente defensor. En la película, habría que haber profundizado un poco más, se queda en la superficie pero se intuye, de hecho en la presentación hay un personaje que culpa a Internet de ciertos males, él tenia un quiosco, quizá Internet es la culpable de que el quiosco no funcione tan bien. Hay una mujer amante de la cocina que cree que Internet puede dar difusión a esta afición y sacarle mayor partido. La película se desarrolla y hay un momento en que ella cree que su secreto es una forma de pedir disculpas y de decir te quiero por Internet. Yo me quedaría más con por que no conseguimos atajar de una vez por todas y defender propuestas, como por ejemplo la gente de Filmin que a ellos les cuesta dinero tener una película por una vía legal, y no terminan de consolidarse, porque al lado si que hay estas mismas películas de forma gratuita o ilegal y de la que se están lucrando unos señores de forma ilegal.

¿Como nace Somos gente honrada? ¿Cual fue la idea principal?

El germen es más inocente que lo que imaginamos. Miguel Ángel Blanca es el guionista con el que siempre he trabajado, ya habíamos hecho 4 cortometrajes juntos, 3 de ellos muy de esta onda, 3 de ellos interpretados por Miguel de Lira, y creíamos que el colofón y la forma de llegar a hacer una primera película, seria apuntillar ese trabajo que veníamos haciendo con los cortos con un guion con un tono parecido y con unos personajes parecidos. nos hacia ilusión poner la guinda final a toda esa fase. El guion nace pensando en unos personajes, nosotros siempre pensamos en personajes adultos maduros que se comportan de una forma inmadura, muy como quizá nos estamos comportando nosotros, una generación de treintañeros que deberíamos estar en la fase adulta pero que las circunstancias nos hacen que no terminemos de asentarnos, no terminemos de formar una familia seguimos siendo como inmaduros, esto se lo implantamos a personajes adultos y siempre hablando con la figura del perdedor. Estos personajes que se ven abocados a vivir situaciones extraordinarias para salir o solucionar este tipo de problemas, y en este sentido queríamos desarrollar estos personajes, teníamos antes los personajes que la trama o el incidente desencadenante, y a base de darle ideas y de hablar con gente , nos sugirieron la idea de ser un poco mas malos de lo que habíamos sido en los cortometrajes, de poner un dilema moral más potente, que estos personajes pudieran hacer una ilegalidad y de ahí surgió el punto de partida, que 2 personajes parados adultos que se comportan de forma inmadura que se encuentran un paquete sospechoso en una playa y le intentaran sacar partido. A partir de ahí empezamos a desarrollar más los personajes, la trama… Sigo defendiendo que es una película de personajes y que el tema de la crisis y la droga, e incluso la trama, es una excusa para contar una historia de amistad, una historia de familia o sobre todo disfrutar de los personajes. Como Paco Tous hace suyo el personaje,  como Miguel de Lira hace suyo el personaje con sus giros gallegos… surge por ahí. No había ninguna intención de hablar de la crisis, ni la droga, ni de una realidad de Galicia que dice gente que sucede de las mareas blancas. Somos gente honrada surge de una forma inocente, de cómo poner una guinda a algo que veníamos haciendo.

Teniendo dos señores adultos, un fardo, y un cuñado policía, ¿nunca te planteaste una secuencia de acción?

Cero, la secuencia más de acción puede ser el hundimiento, y ya ves esta solucionada de una forma muy básica. Nos planteábamos hablar de la amistad, la familia y ciertos dilemas morales, sobre todo potenciar un tono en el que movernos con ciertos puntos cómicos y a la vez que girara y hubiera drama e intentar puntualizar ciertos momentos emotivos, como puede ser la cena en la terraza con la canción que recuerdan, o el final, intentar hacer un viaje con los personajes. Es una película en cierto modo costumbrista, hay cierto costumbrismo encerrado en ella. La premisa inicial seria que haría tu padre o el mio si se encontrara un fardo de droga, y a lo mejor partimos de ahí ya hace 4 años, de intentar ver a gente corriente o de clase media vivir ciertas peripecias. Parece algo peliculero pero siempre con los pies en la tierra.

Tras varios cortometrajes, ahora un tu primer largometraje, ¿Has notado muchas diferencias?

Notas la diferencia en cuanto al entorno, en los cortometrajes eres más libre, las decisiones de todo depende de ti. En una película, por lo menos en la que yo he vivido, con el  Terrat y Vaca films, dependes de una industria y las decisiones no solo las tomas tú, sino que hay un consenso.
Quizás, sin mal interpretar, hay cierto desgaste a la hora de tener que convencer a la gente de que tu apuesta es la acertada, que este actor es el apropiado, que tu tono es el acertado, es decir, ya no tomas tú la decisión como en un corto. Hay unas cuentas a rendir con mas gente. Es una gran diferencia por estar acostumbrado a yo me lo guiso y yo me lo como. Muchas veces, hay que hacer de psicólogo y hay que trabajar unos puntos para que todo el mundo esté convencido con lo que tú quieres hacer. Lo bueno de trabajar con José Corbacho es que sabe lo que es dirigir. Tener un productor ejecutivo que sabe en su piel lo que es dirigir es un regalo, es un tio que te puede llegar a entender, a parte de ser buena gente, congeniemos, y su criterio yo lo valore mucho. Tener un productor que ha estado en la piel de director hace que tengas mucho ganado.

El final de Somos gente honrada puede dar lugar a una segunda parte, ¿como lo planteasteis?

Al final se revela mi idea inocente de contar una historia de amistad. Vamos a seguir por el mal camino o realmente nos vamos a reconducir.  La película, en algunos momentos, no es políticamente correcta, hacen una serie de cosas que son ilegales por supuesto, ir a una discoteca a vender a menores, se pasan un poco de la raya. Creo que hoy en día estos ideales o este tipo de honradez que intento defender en la película, sin necesidad de juzgar a nadie, todo el mundo es libre de cometer las ilegalidades que quieran, pero si te pillan las pagas, que es lo que no estamos teniendo como ciudadanos hoy en día, que muchas veces se comenten delitos y graves y parece que no pasa nada. En el momento que te pillan deberías pagar por ello, en este sentido era complicado cerrar la película porque nuestra idea era no renunciar a contar esta historia de amistad y de amigos y que terminara bien. No queríamos que esto terminara mal.  Ni mucho menos pensamos en segundas partes.

¿Que va ser lo próximo?

Estamos trabajando en 2 proyectos, uno es mucho más comedia, el otro es todo lo contrario, es más dramático, mucho más de personajes, puede tener toques de comedia pero es mucho más dramático. Un cantante venido a menos, una especie de Camilo Sexto o Julio Iglesias, que tiene que grabar su nuevo disco, como se enfrenta a esta grabación, que pasa en ese entorno, un personaje perdedor que está en horas bajas.