Tras las excelentes cifras de Star Wars: El despertar de la fuerza y su merchandising, Disney pone el piloto automático y nos presenta Zootrópolis, un entretenido producto prefabricado para vender muñecos y crear una nueva franquicia. Zootrópolis es espectacular en su acabado y muy entretenida, pero va a lo seguro, no hay ni un ápice de riesgo en la propuesta. Esto no significa que sea malo, sino que parece que el estudio que parió a Mickey Mouse no intentar llegar más lejos y no trata de ofrecernos una nueva visión de conceptos tan trillados como los de que las apariencias engañan, y que uno puede ser en la vida aquello por lo que esfuerza. Tras la cámara ¡¡¡tres directores!!!: Byron Howard (Enredados), Rich Moore (¡Rompe Ralph!) y el debutante Jared Bush.
Judy Hopps en Zootrópolis
En una sociedad donde todos los animales conviven alegremente, una conejita se empeña en ser policía, cuando esta predestinada a ser comerciante de zanahorias. La conejita consigue su sueño y se convierte en agente de la ley. En la ciudad comienzan a desaparecer animales y la conejita, junto con la ayuda de un zorro muy pillo, intentará resolver la situación. Este es básicamente el argumento de Zootrópolis, donde se rinde un homenaje a la películas policíacas de dos personajes muy diferentes entre sí (conocidas como “buddy movies”). El argumento es simple y sencillo, igual que la ideas que ofrece al espectador más joven de la casa, citadas en la introducción. Mucho humor y mucho ritmo (aunque algunas situaciones parecen repetidas) es lo que ofrece esta nueva maquina de hacer dinero. Atentos a los momentos con el perezoso Flash, tan desquiciantes como apasionantes.
Zootrópolis vuelve a ofrecernos la mejor técnica del estudio Disney. Si el diseño de personajes es maravilloso (acuérdense de estas palabras cuando este comprando peluches de algún personaje de la película), el de la ciudad, el ambiente, y los detalles, son increíbles. La entrada en la gran ciudad de la conejita dejara atónito a más de uno, pues es tan impresionante el nivel de detalle que a veces no sabes donde mirar. Los tres directores tambien han plagado de homenajes la película, el más vistoso y gracioso es aquel que engloba al clásico de Ford Coppola, El padrino.
Judy Hopps, Nick Wilde y Flash en Zootrópolis
Hacia mucho tiempo que no veíamos a un personajes tan potentes en una cinta de Disney, y sus voces encajan a la perfección, al menos en versión original. Ginnifer Goodwin (Érase una vez) pone la voz a la increíble Judy Hopps, la conejita policía. El mítico Jason Bateman (Ahí os quedáis) dobla al chulo y simpático zorro Nick Wilde. Sin duda una pareja de las que dejan huella, y muy posiblemente volvamos a ver en un par de años. Y atentos a la alineación de voces para personajes secundarios, J.K. Simmons (Whiplash), Idris Elba (Caza al asesino), Alan Tudyk (El corredor del laberinto: Las pruebas), la cantante Shakira…
En resumen, Zootrópolis es muy buen producto, aunque como película la hayamos visto cientos de veces, la formula sigue funcionando y Disney lo sabe. Una pena que el estudio que en su día arriesgó con propuesta como El jorobado de Notre Dame o El planeta del tesoro (dos joyas a revindicar). Y esto es solo el principio.
Lo mejor: Los personajes, y en especial el del perezoso Flash.
Lo peor: La cansina y repetitiva canción de Shakira.
Puntuación: 8/10
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