X-Men: Fénix Oscura: Jaque mate

Tras numerosos retrasos en su rodaje y en la fecha de estreno, por fin llega a la cartelera X-Men: Fénix Oscura, capitulo final de la era 20th Century Fox, ya que esta ha sido adquirida por Disney, y pronto nuestros queridos mutantes podrán militar junto a vengadores, guardianes, y el resto de superhéroes de la Marvel. X-Men: Fénix Oscura es el cierre de una etapa que comenzó X-Men: Primera generación y un ciclo que arrancó en el año 2000 con la mítica X-Men. No es el desastre que vaticinaban los retrasos pero tampoco es una de las grandes de la saga. Es una cinta digna que pone punto y seguido en la aventuras de estos superhéroes. Simon Kinberg, guionista vinculado a la saga desde X-Men: La decisión final, debuta como director de esta entrega donde brilla con luz propia Sophie Turner (Mi otro yo).

Sophie Turner en X-Men: Fénix Oscura - Poster Final

Sophie Turner en X-Men: Fénix Oscura – Poster Final

X-Men: Fénix Oscura vuelve a adaptar el cómic de La saga de Fénix Oscura de Chris Claremont, John Byrne y Dave Cockrum, al igual que ocurrió en X-Men: La decisión final. Al igual que ocurrió con aquella, Kinberg ha cogido el germen de la historia y la ha llevado por donde ha querido. Los X-Men viven un estupendo momento profesional y social pero al afrontar una misión, Jean Grey se enfrenta a un poder cósmico que la hace aparentemente morir para aparentemente resucitar con un poder de proporciones cósmicas. Todo esto tendrá que ver con asuntos suyos del pasado que también conciernen al profesor Charles Xavier. También entra en la ecuación una pandilla de extraterrestres liderados por la inquietante Vuk. El guión se nota que ha sufrido miles de reescrituras y que mucho se ha apañado en montaje. Aunque parezca una historia compleja es una historia sencilla que habla de importancia de la familia/amigos en momentos de crecimiento y desarrollo. Es una cinta donde se puede intuir el aire del cambio hacía la empresa del ratón Mickey, aunque carezca del humor que esta compañía impregna a todos sus productos. Y es que X-Men: Fénix Oscura es la cinta más seria de toda la saga, incluso un personaje como Quicksilver pierde algo de su esencia sin su chascarrillo adicional en las escenas.

Y es que al igual que ocurría con Capitana Marvel, esta entrega nueva entrega de los mutantes parece que se ha cuidado con mimo y esmero en su montaje, ya que no siendo una gran película (y la obra de un director novel) se nota que esta editada para funcionar con el mayor público posible. Me atrevería a decir que esta cinta ya ha sido supervisada por Disney, pero no hay noticia al respecto. Simon Kinberg decide arrancar la cinta con una secuencia que parece un guiño a Superman IV: En busca de la paz (no sabemos si para bien o para mal) y después de ello nos deja secuencias sosas, como el primer enfrentamiento de los X-Men contra Fénix Oscura, secuencias resolutivas, como Magneto y Fénix Oscura en una isla haciendo de las suyas, y secuencias de aplauso, como ese clímax en un tren. A Kinberg parece que le queda mucho por aprender.

Jessica Chastain y James McAvoy en X-Men: Fénix Oscura - Poster Final

Jessica Chastain y James McAvoy en X-Men: Fénix Oscura – Poster Final

Sophie Turner es la auténtica reina de la función. X-Men: Fénix Oscura parece una cinta preparada para el lucimiento de la actriz británica, que sabe aprovechar y sacar partido a la oportunidad que se le ha brindado. James McAvoy (Glass (Cristal)) es el otro actor que más minutos está en pantalla, y como siempre es una delicia verle aunque esta vez se note demasiado que lleva el piloto automático encendido. Michael Fassbender (Alien: Covenant) y Jennifer Lawrence (Gorrión rojo) son más secundarios que en otras ocasiones y ambos exhiben cansancio de interpretar sus personajes. Se une en esta entrega Jessica Chastain (Molly’s Game) interpretando a la extraterrestre Vuk. Su look ya impresiona bastante y ella como de costumbre cumple, aunque esta vez usando muy pocas palabras.

En resumen, X-Men: Fénix Oscura es un producto decente que da cierre a una de las sagas más longevas de superhéroes. Es como una serie B, un poco sosa (y con un presupuesto desorbitado), de ese final que vivimos en Vengadores: Endgame. Quizá con un director más experimentado y un guión más ajustado a la historia original podría haber sido un cierre apoteósico, pero tal y como estaba la situación, bastante bien les ha quedado.

Lo mejor: Es más digna de lo que aparenta ser.

Lo peor: La total ausencia de humor durante todo el relato.

Puntuación: 6/10

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