Hace unos meses llegó a las pantallas El rey de La Habana, una cinta bastante mediocre que quiso relatar la realidad que se vive en la sociedad cubana desde el punto de vista de un chaval que se abría paso en el mundo mediante su miembro viril. Había algo de carga social o crítica, pero todo siempre quedaba reducido a la nada y a simplemente decir que aquí manda su miembro y nada más. Viva no recurre a eso, es más natural, más sincera, pero le sigue faltando más garra y energía a la hora de hablar de los temas que critica. Viva se rodó antes que El rey de La Habana, pero parece un spin off sacado de la película de Agustí Villaronga (Pa Negre) centrado en el personaje de Héctor Medina (El rey de La Habana). Travestis, malos padres y un intento de sinceridad en busca de tus sueños inundan una cinta que se ve al principio con interés, pero después acaba aburriendo.
Viva cuenta la historia de un chico que quiere ganarse la vida como cantante (en playback) en las noches de La Habana vestido de mujer. Pero ese sueño es complicado, porque tienes que tener madera y no simplemente llamar la atención. El inicio de la historia llama la atención, queremos saber que le ocurrirá a este chico, cómo se ganará la vida. Pero cuando se repite la misma situación tres o cuatro veces más la historia nos aleja de ella. Nos deja indiferente. Y nos aburre. En muchos casos la repetición de una misma situación sirve para incidir en los problemas del protagonista, de ver como supera esa situación, pero en Viva no es así. Repite lo mismo y lo calca, no sirve para aprender nada. No se le otorga ese matiz, él lo hace porque quiere hacerlo para demostrar las cosas. Y en esta situación es demostrar a un padre chapado a la antigua que él quiere dedicarse a ese mundo, el de la noche en Cuba.
Y es con la aparición de este padre cuando la cinta cae un poco más en el aburrimiento. El personaje interpretado por Jorge Perugorria (Regreso a Ítaca) es el arquetipo de padre en una situación muy complicada que no deja que su hijo haga lo que quiere pero que deberá dar su brazo a torcer para poder sobrevivir. Si, el padre está enfermo y le queda poco tiempo de vida. Esto hace que la cinta gire a un tono mucho más dramático que en su inicio, haciendo que todo lo que haga el hijo sea por y para su padre. Esta historia la hemos visto muchas veces, que sabemos perfectamente cómo va a terminar. Y es por eso quizás que la película no funciona mejor. Y es que volvemos a ver las mismas situaciones una y otra vez. Y ni siquiera su número final, el de la redención hace que la cinta termine en alto. Sí, es emocionante y conseguirá que más de uno suelte una lágrima, pero no es suficiente.
Paddy Breathnach (Cabeza de muerte) intenta dotar a la cinta de un estilo propio que consigue por momento, pero que al final sucumbe ante un guion un tanto fácil y que tira por el drama fácil. Sus actores están sublimes, desde Héctor Medina y Jorge Perugorria hasta su más secundarios como Luis Alberto García (Tres días en La Habana). En definitiva, Viva es una cinta que podría haber dado más de lo que da, lo malo es que, aunque entretenga en su arranque, termina siendo aburrida y eso es un lastre muy grande.
Lo mejor: Las actuaciones.
Lo peor: Aburre en la mayoría de su metraje.
Puntuación: 3/10