Vengadores: Endgame: El fin de una era

Ha sido un viaje de 11 años donde hemos cambiado de década y muchos, además, hemos cambiado de profesión, de vida, de pareja, de dígito al principio de nuestra edad…, pero siempre estaban ellos, los superhéroes del universo cinematográfico de la casa de las ideas: Marvel. Un proyecto que nació con Iron Man, un 30 de abril de 2008, un año antes de que Disney comprara la editorial de cómics (en una jugada maestra) y su cuasi recién nacido estudio cinematográfico. Y ahora, el 25 de abril de 2019, culmina todo, aparentemente. Vengadores: Endgame es la esperada conclusión de 21 películas pero principalmente de Vengadores: Infinity War, también dirigida por los eficaces hermanos Anthony y Joe Russo (ambos en Capitán América: Civil War). Repiten viejos conocidos como Robert Downey Jr. (El juez), Chris Hemsworth (Malos tiempos en El Royale), Mark Ruffalo (Ahora me ves 2) o Scarlett Johansson (Ghost in the Shell: El alma de la máquina), entre otras muchas estrellas de ayer y hoy que si tuvieras que enumerar, esta web parecería imbd.com en vez de una sencilla página de entretenimiento.

Robert Downey Jr. en Vengadores: Endgame

Robert Downey Jr. en Vengadores: Endgame

Esta nueva entrega arranca justamente después de lo acontecido en Vengadores: Infinity War. Es una historia que continua pero está perfectamente estructura en tres actos que tienen mucha similitud con una película de los años ochenta que está en boca de todos los personajes constantemente. Tenemos explicación para los numerosos interrogantes que dejó la entrega anterior y por supuesto toda la saga en general. Nada de los visto en las 21 películas anteriores de Marvel Studios ha sido gratuito. Muchos pondrán pegas al humor que suele plagar estas cintas, y más cuando muchos de estos chistes recaen en un personaje (al igual que ocurría con Bruce Banner en el anterior episodio, aquí el gracioso es otro personaje emblemático), pero hay que reconocer que la cosas funciona como un reloj suizo. Y es que sus 3 horas pasan volando, en especial sus dos primeras. Un primera hora de presentación de situación, otra hora de aventura, y una tercera de batalla y conclusión. Una cosa que llama la atención del guión es que en momento dado los personajes se preguntan si todo lo que ha ocurrido les lleva a ese final, y ocurre que eso se traslada al espectador hasta el punto de ponerse a pensar cómo ha evolucionado todo en ese tiempo. Esta reflexión entronca perfectamente con esos adolescentes que han crecido con estos superhéroes cinematográficos con valores, algo que sorprende lo estudiado que siempre fue este plan maestro de Marvel Studios: Crecer y madurar con su público principal.

Chris Evans en Vengadores: Endgame

Chris Evans en Vengadores: Endgame

Los hermanos Russo completan su cuarta película de universo cinematográfico de Marvel con mucha sabiduría aprendida en los títulos anteriores. En su primer cinta, Capitán América: El Soldado de Invierno se notaba una cierta carencia en la secuencias de acción (apresuradas y muy rimbombantes), algo que aquí se suplido con creces. No solo nos regalan una de la secuencias de acción más interesantes de su filmografía (aquella que parece estar rodado y editada como un partido de fútbol americano) sino que por fin consiguen ese plano que muchos hubiéramos querido ver en Capitán América: Civil War, pero que por escasos efectivos no hemos podido ver hasta ahora. Y como “bonus track”, esta plano va acompañado de una frase que llevamos deseando escuchar desde hace 7 años. El segundo acto es una película de aventuras y los Russo echan toda la carne en el asador para que así sea, dejándonos momentos que recuerdan mucho a películas de maestros como Spielberg, Lucas o Zemeckis. El tema emocional parece que también lo han sabido cultivar pues tanto los primeros minutos como el final son dignos de derramar alguna lágrima, y es que en el fondo ha sido un viaje muy largo con estos «amigos».

Jeremy Renner en Vengadores: Endgame

Jeremy Renner en Vengadores: Endgame

Marvel Studios ha tirado la casa por la ventana en todos los departamentos técnicos. A los impecables efectos especiales, el sonido, y el montaje de sonido se les une la excelente banda sonora de Alan Silvestri (Bienvenidos a Marwen). Por fin podemos decir que casi todos los temas pueden ser tarareados. Silvestri ha conseguido unir las partituras compuestas (con menor o mayor acierto) en las películas independientes de cada personaje en una sola y funciona. Sin duda un trabajo impecable digno de alabar. Y además en un momento dado suena los Rolling Stones y su Doom And Gloom, por lo que seguramente con ello se meten a la audiencia un poquito más en el bolsillo.

Si hay una estrella que ha brillado con luz propia (y ha relanzado su carrera) en estos 11 años es Robert Downey Jr. líder indiscutible de los vengadores cinematográficos. Aquí se vuelve a llevar de calle la película apoyado en un Chris Hemsworth que eleva la cinta al aplauso en cada una de sus intervenciones. Chris Evans (Un don excepcional) por su parte recibe el título de “entrañable” mientras que Johansson y Jeremy Renner (La llegada) son los que quedan más “cool” en cámara. Menciones especiales para Brie Larson (Capitana Marvel) y su pocas, pero plausibles, apariciones, y Karen Gillan (Jumanji: Bienvenidos a la jungla), quien se confirma como una actriz a seguir más de cerca.

Scarlett Johansson en Vengadores: Endgame

Scarlett Johansson en Vengadores: Endgame

En resumen, Vengadores: Endgame es un producto perfecto. Repito, PRODUCTO. Quien quiera arte y ensayo esta no es su película. Es un producto que va a contentar a los fans de los cómics, a los de la películas de superhéroes y a todos los colectivos en general (atentos a ese plano con todas las heroínas luchando todas a una, de aplauso y vítores). No hay nada malo en desconectar y disfrutar de vez en cuando de un blockbuster hecho para funcionar y entretener. Este ¿final? (Marvel ya ha presentado sus próximos proyectos a corto plazo y hay una media de 2 películas al año de superhéroes) recuerda mucho a El señor de los anillos: El retorno del rey, y al fin al cabo todo el mundo lo disfrutó. De sus Oscars hablamos otro día. Ahora elijan la sala más grande y disfruten del final de una era.

Lo mejor: Sus tres horas pasan en un suspiro, la música de Alan Silvestri, Robert Downey Jr., Chris Hemsworth… ¡Todo!

Lo peor: Que no haya escena post créditos (una marca inconfundible de la casa).

Puntuación: 10/10

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