Un plan perfecto: Intento de comedia tradicional

De vez en cuando Los hermanos Coen firman algún que otro guión basado en alguna cinta antigua. En este caso Joel y Ethan han tomado un comedia romántica muy tradicional como punto de partida, Ladrona por amor de Ronald Neame (La aventura del Poseidón) con Shirley MacLaine (La fuerza del cariño) y Michael Caine (Las normas de la casa de la sidra) para llevar a cabo esta fallida cinta titulada Un plan perfecto dirigida por Michael Hoffman (Escándalo en el plató).

Cameron Diaz y Colin Firth en Un plan perfecto

Un marchante de arte harto del déspota de su jefe decide “darle el palo” mediante un plan que incluye un cuadro falso y una alocada mujer de EE.UU. Así de simple resulta la premisa de esta cinta, que vista ahora, ya se ve antigua. Los laureados guionistas se han limitado a actualizar la cinta, y nada más, incluso muchos gags parecen de época. Algunos de estos gags siguen funcionando, pero de repente, y sin aviso, la comedia tradicional decide ser un poco más moderna y se mezcla con un poco de humor escatológico, por lo que le hace perder más puntos aun. Es decir, si se hubiera quedado en comedia tradicional, pues hubiera sido un fracaso pero decente, pero al mezclar sabores das síntomas de ser un poco lamentable. La secuencia más graciosas de la cinta, que transcurre en un hotel al más puro estilo de una cinta protagoniza por Peter Sellers (El guateque), se echa a perder, por ese humor que no viene a cuento. Una pena.

El director Michael Hoffman cumple con su requisito de narrar la acción pero poco más. Tras los estupendos títulos de créditos animados, muy en la línea de La pantera rosa, la cinta continúa con una escena de ritmo imparable, lo más destacado de la labor de Hoffman. Luego se limita a encuadra los quehaceres de los protagonistas y poco más.

Cameron Diaz y Alan Rickman en Un plan perfecto

Dentro del elenco tenemos que hablar de los actores Colin Firth (El discurso de rey) y Alan Rickman (Jungla de cristal). El primero quiere ser gracioso, intenta ser Peter Sellers, y Sellers solo hay uno, por lo que puede terminar cayendo mal al sector más tradicionales de la audiencia. A veces consigue que nos riamos de él, otras veces resulta demasiado perdedor. Por otro lado tenemos a Rickman, un villano que sabe comportarse e incluir sus caretas de odio general maravillosamente, por lo que cada vez que esta en pantalla, es capaz de atraer todo la atención de la platea. Por otro lado Cameron Diaz (Algo pasa con Mary), no molesta, pero tampoco aporta ese humor que tan cotizable le hizo a principios de siglo. Un pena.

En resumen, Un plan perfecto no atraer a la audiencia, y quizá su consumidor más cercano sea la ancianita que va a recordar sus tiempos mozos, pero cuando de repente, por querer ganar más audiencias mezclas aceite con vinagre, puede que todos los espectadores te den la audiencia. Un plan perfecto es un intento fallido por devolvernos aquellas comedias donde Blake Edwards (Víctor o Victoria) era un genio y no le hacia falta que directores galardonados con Oscars firmaran su guión.

Lo mejor: Los títulos de crédito iniciales.

Lo peor: Es una comedia rollo años 50 que intenta ir de modernilla, y eso no funciona.

Puntuación: 3/10