Vuelve Cameron Crowe después del fiasco que supuso Elizabethtown. Tras un par de documentales, uno sobre Pearl Jam titulado Twenty, que es una maravilla para los fans de la banda de Eddie Vedder, ahora nos llega Un lugar para soñar, una comedia con tintes dramáticos para toda la familia, que recupera a este director que fue niño prodigio y un precoz periodista de la revista Rolling Stone, algo que también se deja ver en esta cinta basada en un libro autobiográfico de otro periodista.
Benjamin (Matt Damon) es un viudo hastiado un poco de su trabajo y que tiene que educar a dos crios, un niño llegando a la adolescencia y una niña que se comporta más como un adulto que como una niña de su edad. En un arrebato decide mudarse a una casa, que curiosamente forma parte de un zoo, y el cual deberá comprar para poder vivir en ella. Benjamin se obligará afrontar los problemas del zoo, al mismo tiempo que los suyos personales, y entre ambos caminos encontrara la solución a su infelicidad. Así podíamos resumir un argumento no novedoso, pero sincero, tierno, emotivo, y feliz, muy acorde para estos momentos que vivimos.
Cameron Crowe mueve la cámara con estilo, ha perdido algo de toque, pues se siente influenciado por la excelente partitura de Jónsi (Líder de la banda Sigur Ros) y por la increíble selección musical, y se deja llevar por una dirección o montaje más basado en el sonido que en la planificación, algo interesante, pero que en algunos momentos deja una sensación de vacío.
El guión es del mismo Crowe y Aline Brosh McKenna (El diablo viste de Prada) esta bien estructurado y con unos diálogos deliciosos, pero notamos algo de carencia en el planteamiento y en la historia de ciertos secundarios. Pero estamos ante una historia tan agraciada que estos errores pasan desapercibidos.
El casting es uno de los mejores del año, desde un Matt Damon (Contagio) sorprendente, atentos al momento en el que se aleja del grupo para refunfuñar por su mala suerte, hasta una Scarlett Johansson (Match Point) en estado de gracia, es decir, todo hombre mayor de 30 años saldrá enamorado de ella de la sala. Los secundarios son de lujo, en especial las otras dos chicas de la función, Elle Fanning (Super 8), simplemente increíble en los pocos minutos que sale, y Maggie (Footloose 2011), una roba planos en toda regla.
En resumen, estamos ante una película complaciente y bien llevada; se la pueden sacar fallos, pues los tiene, pero es tan bonita y tan entretenida, que no es interesante hacerla daño; y para rematar nos devuelve al añorado Cameron Crowe de películas como Jerry Maguire o Casi famosos.
Lo mejor: Matt Damon, los diálogos, y la música.
Lo peor: algunos apuntes de guion.
Puntuación: 7/10
Ficha artística y técnica