Charles Dickens es uno de los dramaturgos más reconocidos de la historia. Alrededor de él hay infinidad de misterios, leyendas o habladurías. Y una de esas es la que relata Ralph Fiennes (El gran hotel Budapest) en The invisible woman, una donde uno de los secretos que Dickens intento guardar siempre salen a la luz. Eso sí, aunque la película sea la que mejor ha dirigido el actor, también tiene tramos lentos donde más de uno podría aburrirse.
The invisible woman cuenta la historia de Ellen Ternan, una chica que parece obsesionada con Charles Dickens pero que realmente sucede es que sigue recordando los años donde fue la amante del escritor. Fiennes tarda un rato en coger temperatura con la historia. Los primeros minutos son bastante liosos y más de uno se quedará perdido con lo que sucede. Pero cuando el director se asienta (tras más de veinte minutos aproximadamente), la cinta comienza a coger forma y todos entendemos perfectamente el porqué de la historia.
Y tarda tanto en arrancar porque Fiennes se recrea mucho en los pequeños detalles del cortejo de Dickens a la joven Ellen. El director parece que quiere forzar la química entre los dos personajes, algo que sintiéndolo mucho no se percibe. Si que tienen grandes momentos juntos (conversaciones a la luz de las velas o la declaración de intenciones de Dickens bajo la lluvia), pero en esos momentos se echa en falta algo más de química entre Fiennes y Felicity Jones (The amazing Spider-Man 2: El poder de Electro). Pero pueden ser las únicas pegas.
Y es que el trabajo de ambientación es extraordinario. Los decorados y vestuarios nos trasladan con rápidamente a los ambientes victorianos. La fotografía de Rob Hardy (Blitz) consigue que el juego de luces y sombras que se ven en la película nos sumerjan en seguida en el sufrimiento o en la alegría de Ellen, pues todo el peso de la cinta recae en sus estados de ánimo. La fotografía se divide en los momentos de las casas y los paseos por la playa de la protagonista, otorgando la ambientación necesaria en cada una de ellas.
En cuanto a los actores hay que destacar que Ralph Fiennes sigue siendo un actor notable. Sus apariciones vestido de Dickens llenan la pantalla y no querremos que desaparezca del plano, pues cada una de sus apariciones es una clase de interpretación. La otra gran destacada es Felicity Jones, que da vida a Ellen. Su papel es complicado, pues pasar de la felicidad a la tristeza en cuestión de segundos es complicado. Y aunque ella lo consigue, si que se puede percibir un poco de miedo de dejarse llevar más allá con el papel. Los secundarios cumplen su papel destacando por encima de todos el de Kristin Scott Thomas (Soló Dios perdona).
The invisible woman sin ser del todo redonda debido a los errores mencionados, si que deja un buen sabor de boca tras su visionado. Y sólo podemos esperar a ver qué es lo próximo que nos presenta Ralph Fiennes, pues aquí ha alcanzado una madurez como director que no se le vio en Coriolanus.
Lo mejor: La interpretación y la dirección de Ralph Fiennes. La fotografía de Rob Hardy es asombrosa.
Lo peor: Que tarda en entrar en materia y que se podrían haber pulido mejor algunos errores.
Puntuación: 6/10
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