Si hay una cosa que aprecia más el publico español que a Liam Neeson (Mil maneras de morder el polvo) repartiendo mamporros, es a Denzel Washington (2 Guns) clavando la mirada, soltando una frase lapidaria, y pegando un par de tiros. The Equalizer: El protector es ese tipo de cinta. Los fans de El fuego de la venganza y sucedáneos lo van a gozar, pues Denzel vuelve a estar “on fire”. Mueve la cámara el siempre resultón Antoine Fuqua (Objetivo: La Casa Blanca).
Denzel Washington en The Equalizer: El protector
The Equalizer: El protector se basa libremente en la serie de los años ochenta creada por Michael Sloan y Richard Lindheim y conocida en nuestro país como El justiciero. Un tipo amable, que trabaja en unos grandes almacenes de materiales para construcción y menaje, tiene insomnio. Pasa las noches leyendo y charlando con una joven prostituta en una ruinosa cafetería, hasta que una noche la prostituta no aparece. A partir de ahí la trama se complica y se revelan detalles sobre la verdadera identidad de este justiciero. Con esta premisa tan trillada como efectiva se plantea un entretenimiento de algo más de horas que va “in crescendo”. Es interesante ver como la cinta incluye mini episodios dentro de la trama general, es decir, aunque la historia va sobre lo que ha ocurrido a la prostituta, entre medias se cuentan otros casos como el del robo a la cajera de la tienda. Este episodio es quizá es el más efectista de la cinta.
Antoine Fuqua sabe muy bien las reglas del juego y en que clase de producto esta. The Equalizer: El protector arranca con un interesante plano secuencia muy digital (el único pero que se le puede poner a la dirección de Fuqua, el abuso de esta técnica en algunos momentos) y una dirección clásica durante su primera hora. Pero en su segundo tiempo, Fuqua parece poseído por el fantasma del difunto Tony Scott (Imparable) y nos da todo un recital de “set pieces” donde destacaremos el clímax final en la tienda con el agua contra incendios cayendo a manera de lluvia mientras Denzel reparte justicia.
Chloë Grace Moretz en The Equalizer: El protector
Estas ante un cinta de Denzel Washington y para Denzel Washington. Ahora mismo no podríamos imaginar a otro actor en su lugar. Denzel retoma, con ciertas licencias, aquella interpretación de ángel vengador que tan bien le funciono en El fuego de la venganza. Quizá aquí no este tan melancólico, pero sigue siendo igual de eficiente. La nota femenina la pone Chloë Grace Moretz (Si decido quedarme) que sigue demostrando que vale para todo. Si haber cumplido todavía la mayoría de edad, vence y convence en el papel de prostituta del Este. De villano tenemos a Marton Csokas (Noé) que da muy bien en cámara pero aun le queda un poco para hacerle sombra a Denzel como enemigo, no esta a la altura de la situación.
En resumen, The Equalizer: El protector es un buen producto de entretenimiento que puede pecar de tener un desarrollo lento, dura 132 minutos. Pero como apuntaba en la introducción, los fans de Denzel lo van a gozar, todos lo momentos no son de aplauso como si ocurre en otras de sus cintas, pero es un actor tan versátil que se mete al respetable en el bolsillo desde el primer minuto en la cafetería.
Lo mejor: Denzel Washington. El clímax en el gran almacén.
Lo peor: Su duración. No molesta, pero podía haber reducido un poco.
Puntuación: 7/10
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No recuerdo ninguna película donde Denzel no me haya sorprendido y entretenido tanto, es una de esas películas en donde te desconectas del mundo por la trama tan buena que ofrece, una vez más Antoine y Denzel juntos, sin duda un buen equipo de trabajo.