Barry Levinson (El superviviente de Auschwitz), relegado prácticamente a la televisión desde hace una década, regresa a la gran pantalla con The Alto Knights un relato basado en la historia real de la caída de las grandes mafias americanas. Robert De Niro (Día cero), desdoblado en los personajes principales, es el mayor reclamo de esta pasable cinta que intenta emular a los grandes éxitos de Scorsese como Uno de los nuestros o Casino.
The Alto Knights cuenta la historia de dos amigos convertidos en enemigos: Frank Costello y Vito Genovese. Ellos son dos jefes importantes en la mafia del Nueva York de los años 50. Sus luchas y rencillas acabaron por lapidar a toda la mafia americana de aquellos días. Nicholas Pileggi (Vegas) firma un guión donde el primer acto aglutina tanta información que podría dar para varias películas más. Pasado ese tramo la cinta ya empieza fluir un poco mejor pero se notan las costuras de los que posiblemente iba a ser una miniserie de televisión ya que hay muchos personajes importantes que aparece y desaparecen sin tener el desarrollo necesario para que nos lleguen a importar. Es curioso como el final conecta con la historia con la que arranca la comedia protagonizada también por De Niro, Una terapia peligrosa.
El ganador del Oscar por Rain Man juega aquí a querer ser Scorsese y eso le viene grande durante todo el metraje a pesar de regalarnos grandes momentos como el de la azotea, el de la barbería o el clímax final. The Alto Knights esta contada a modo de entrevista, algo que no es novedoso pero le sienta muy bien. Levison se ha rodeado de los mejores para trasladarnos al Nueva York de los años 50, y lo consigue. La fotografía, el montaje (estupendo en los momentos antes citados), y el diseño de producción son impecables. Pero una vez, la película se hace “corta” para todo lo que quieren contar. De hecho, se echa mucho de menos (seguro que se quedó en la sala de montaje) conocer mucho más de la juventud de los dos personajes principales. En el film son un par de pinceladas con cuatro planos y dos fotografías.
De Niro nos vuelve a brindar otra estupenda interpretación y esta vez por partida doble (indudablemente no era necesario que el mismo actor interpretara ambos amigos y rivales). Como Costello tenemos a un De Niro muy heredero de Casino, más tranquilo, con una mirada casi afable y con su tono de voz habitual. Pero como Genovese (perfectamente maquillado) hay momentos en los que da miedo. En este rol se acerca más al personaje de Uno de los nuestros. Aquí su mirada, asesina, y su tono de voz intimida. Sin duda él es el gran reclamo de The Alto Knights. El resto del reparto esta formado por estrellas muy televisivas (otro dato más que apunta que los cines no era su meta final de esta cinta) como la indispensable pero poca aprovechada Debra Messing (Will & Grace) o el siempre resultón Michael Rispoli (The Deuce (Las crónicas de Times Square)).
En resumen, The Alto Knights no es un película redonda ni perfecta. La acumulación de información tan rápidamente en sus primeros minutos puede llegar a aburrir, pero una vez nos situamos es una película que deja con ganas de más. Y es que la historia daba para mucho más que para un largometraje de 2 horas para cine.
Lo mejor: Robert De Niro en sus dos papeles.
Lo peor: El abrupto primer acto.
Puntuación: 5/10