La saga Star Wars es una de las más importantes de la historia, no solo del cine, sino también de la cultura popular, por ello cada lanzamiento que se hace ya sea de película, libro, comic o videojuego en general, crea una gran expectación. Por eso, cuando se anunció la compra de LucasFilms por parte de Disney y el anuncio de una nueva trilogía de Star Wars, la cosa se revolucionó. Además, detrás de las cámaras iban a estar J.J. Abrams, Rian Johnson y Colin Trevorrow, aunque al final este acabaría fuera del proyecto sustituido por Abrams. La cosa no fue demasiado bien, pues su último capítulo, El ascenso de Skywalker, echaba por tierra todo lo sembrado en las anteriores entregas. El fandom estaba cabizbajo hasta que se anunciaron una serie de nuevas novelas, comics y serie que albergarían lo que ocurrió entre la Antigua República y todo lo acontecido en la saga Skywalker, el periodo de tiempo conocido como La alta república. Por ahora se han lanzado algunas de las novelas y comics, pero aquí en España solo podemos encontrar una novela juvenil conocida como Una prueba de valor, la novela que analizamos.
Me vais a perdonar si cometo algún fallo a la hora de hablar de Jedis, Sith y de la fuerza en general, soy fan de Star Wars, pero hay mucho material que me queda por conocer del universo expandido o de la antigua república. Pero lo que nos concierne ahora es La alta república, un periodo de paz en donde los Jedis son los encargados (como en todas las historias de Star Wars) de hacer que la paz reine en la galaxia. En Una prueba de valor se nos presenta a una joven Jedi llamada Vernestra Rwoh, tiene que proteger a un joven inventor llamado Avon Starros. Pero la misión se complica cuando la embarcación en la que se encuentran es saboteada y terminan perdidos en una luna cercana. Allí, junto al joven padawan Imri y al hijo de una embajador, llamado Honesty, intentarán averiguar que ha ocurrido a la vez que buscarán una forma de salir de la misma, aunque todavía no habrán encontrado el verdadero peligro que corren. La historia de Una prueba de valor no es que sea particularmente novedosa, pero tiene en su interior mucho más de lo que la gente piensa en una novela enfocada mucho más al público joven o infantil.
De capítulos cortos, texto fácil de asimilar y una maquetación que invita a la lectura, Una prueba de valor es una historia de Star Wars, si, pero que esconde mucho. Una historia de valor nos habla de como muchas veces el valor de la gente nace de superar sus miedos, de superar aquello que le oprime y de despojarse de todo aquello que no le hace bien, pero la historia no esconde la parte de que un Jedi no debe sentir nada. Aquí nos hablan de la envidia, del miedo, de los celos, de la inseguridad y de no saber como actuar ante situaciones que no sabes cómo reaccionar. Todo esto contado en algo más de 215 páginas, lo que hacen que su lectura sea rápida, entretenida y que deja con ganas de más para lo siguiente que está por llegar. Es una novela que quiere infundir valores en su público, hacerles ver lo bueno y lo malo de las acciones y que, por mucho rango que tengas, el miedo estará ahí acompañándote siempre, por mucho que intentes disimularlo. También lo bueno que tiene la historia es que ha dejado de la lado la saga Skywalker y ha escogido una rama del lore de Star Wars que se ha indagado poco a lo largo de los años y, es de agradecer, querer contar nuevas historias y dotar a la saga Star Wars de más material.
Por el lado de la aventura, la historia es puro Star Wars con luchas en naves que viajan a la velocidad de la luz, lugares inhóspitos, sables láser, política y el uso de la fuerza. Está muy bien desarrollado, bien contado y con unos personajes que entran rápido en ti. Por todo ello, Una prueba de valor es una buen punto de partida para las nuevas historias que quieren contar sobre el universo Star Wars, expandiendo mucho más algo que parecía que estaba a punto de llegar a su fin. Veremos como continúa todo esto, pero por ahora los cimientos para narrar unas buenas historias están.
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