Tras los buenos resultados económicos y críticos de Sinister, era inevitable que tarde o temprano apareciera una secuela, y más cuando en el original se creó un universo terrorífico con miles de posibilidad. Esta secuela que ahora nos ocupa, a diferencia de otras secuelas, cuenta con menos garra comercial que su predecesora, pues aquí no hay director famoso ni estrella de turno que citar en el poster. Sinister 2 es una secuela directa del original que entretiene, tiene un par de sustos interesantes y se deja ver, algo aplaudible en estos días.
Nicholas King en Sinister 2
El policía que ayudaba a Ethan Hawke (Regresión) en la primera entrega ha dejado el cuerpo y se ahora se dedica a perseguir al Bughuul y toda la parafernalia que le rodea. En su persecución se topa con una mujer que huye del maltratador de su marido junto con sus dos hijos. Por las noches uno de los hijos es acechado por los niños fantasmas (los «amiguitos» del Bughuul) para hacer el mal. Esta es la sencilla premisa de Sinister 2, donde el secundario del la primera entrega pasa a ser el protagonista. El guion esta plagado de tópicos y esa similitud entre lo siniestro y el maltrato es bastante jocosa, pero aun así la cinta es entretenida. Pocas pistas más se dan sobre el origen del Bughuul y su universo, pero aun así la cinta funciona. Funciona por que no da tregua al espectador, y la atmósfera mal rollista creada por Scott Derrickson en la primera entrega se mantiene.
El director Ciarán Foy (Citadel) pone el piloto automático y los algo más de 90 minutos de duración pasan como un suspiro. Una pena que no pone el mismo empeño a la hora de preparar los sustos, pues en general, se ven venir de lejos. Donde cumple es en las “set pieces” que forman las películas en Super 8 que cada cierto momento nos asaltan en pantalla. Esos mini capítulos son muy terroríficos y generan muy mal rollo en el ambiente (el sonido del proyector también es clave en estas secuencias) que harán que los espectadores más susceptibles peguen un bote en la sala.
Shannyn Sossamon en Sinister 2
A pesar de haber sido una cinta más cara que su predecesora no ha contado con grandes estrellas en el reparto. Se ha reciclado al secundario de la primera entrega James Ransone (Oldboy (2013)) ahora como protagonista. Si bien no esta mal de todo, le falta la garra y la tensión que Hawke impregnaba a la cinta original. Sorprende la presencia (y el cambio físico) de Shannyn Sossamon (Destino de caballero). La actriz esta correcta en su papel de madre protectora, pero en sus escasos momentos de terror no termina de trasmitir nada. Si sorprenden los dos críos protagonistas de la función, los hermanos Dartanian Sloan y Robert Daniel Sloan. El primero tiene unas secuencias finales (y unas salidas de tono) bastante interesantes y el segundo nos transmite esa sensación de terror viendo a lo que se enfrenta.
En resumen, Sinister 2 es lo que es, una secuela a rebufo del éxito conseguido por el original. A diferencia de otras secuelas de este genero, no trata de dar respuestas, sino de seguir el camino. Algo que es de agradecer, pero que puede llegar a cansar si se comienzan hacer secuelas sin sentido y sin dar ninguna explicación, pues el Bughuul es un ser siniestro y terrorífica, y no estaría de más empezar a conocer su génesis.
Lo mejor: Que no trata de engañar a nadie. Es una secuela al uso con lo que ha podido aprovechar del original.
Lo peor: Hay que tener reciente la primera entrega para sacarle todo el jugo a esta secuela.
Puntuación: 5/10
Para estar al día, Suscríbete!! 
LBM Diseño Web