El cine de catástrofes actual no seria el mismo sin Roland Emmerich. A él le debemos grandes destrucciones como las que se veían en Independence Day, Godzilla, El día de mañana o 2012. Ahora llega San Andrés, que parece firmada por el aleman residente en Hollywood, pero no es así. Esta aventura la firma Brad Peyton (Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa), quien parece un alumno aventajado del alemán, pero con menos épica y «Casa Blanca» de por medio. Dwayne Johnson (Fast & Furious 7), Carla Gugino (Noche de fin de año) y Alexandra Daddario (Percy Jackson y el mar de los monstruos) son los que ponen cara de asombro ante la destrucción de California.
El líder de un equipo de rescate en helicóptero tiene que hacer frente a un divorcio, a una hija que se va a la universidad, y a la falla de San Andrés que se puesto un poco rebelde. Así se podría resumir el argumento de San Andrés, una mezcla de road movie con cine de catástrofes, que recuerda mucho a dos títulos antes mencionados, El día de mañana y 2012. El guion lo firma Carlton Cuse (Perdidos) y hay que reconocer que si bien es bastante malo, al menos es entretenido. La historia de San Andrés esta plagada de frases lapidarias, momentos incoherentes, situaciones rocambolescas y personajes que no nos importan, pero aun así, resulta un entretenimiento de primera, ya que en sus casi 2 horas no nos llega aburrir. Es verdad que saldremos del cine con dudas como, ¿qué deposito lleva ese helicóptero para volar tanto sin tener que repostar? o ¿por qué el villano de la función no es más malo?, pero a quien le importa si hemos desconectado por un momento de nuestras vidas y hemos pasado un rato divertido.
Brad Peyton dota a San Andrés del efecto “como mola”, es decir, como mola ser piloto divorciado de una mujer de bandera y tener una hija guapísima, como mola ser profesor de ciencias y trabajar en un estudio tecnológico… y así todo el metraje. La cinta arranca con una secuencia donde una chica conduce un todoterreno cometiendo toda clase de infracciones (leer un mensaje de móvil, beber un refresco sin prestar atención a la carretera… ), pero es un mal volantazo la que le lleva a quedar atrapada en un acantilado. Si después de esta escena se toman en serio San Andrés, mejor que se levanten de la butaca y se vayan, no la van a disfrutar. Sin duda lo mejor de la realización de Peyton es ver la destrucción masiva de una ciudad… pero claro, eso ya lo hacia Emmerich, así que no sorprende.
Alexandra Daddario es la verdadera estrella de San Andrés. La neoyorquina roba todos los planos posibles al resto de sus compañeros gracias a su mirada. Tambien ayuda que viene muy bien “equipada”, y Peyton da buena cuenta de ello al hacerla correr en camisetita de tirantes durante casi todo el metraje. Dwayne Johnson se limita a poner caras y posturas molonas, y poco más; y Carla Gugino nunca ha estado tan sosa. La actriz de Sin City, no llaman la atención en ningún momento y eclipsada hasta por los cameos o secundarios que con ella interactúan. De Paul Giamatti (Al encuentro de Mr. Banks) hablamos otro días, pues su papel e interpretación es de chiste.
En resumen, San Andrés es una cinta entretenidísima, pero bastante maluca. Es el pan nuestro de cada verano. No aporta nada nuevo al genero, no termina de impresionar en su espectáculo de destrucción, y los actores… pero es muy divertida, la miren como la miren.
Lo mejor: Es muy entretenida. Tiene un ritmo imparable.
Lo peor: El guión, especialmente al mezclar una road movie con cine de catástrofes.
Puntuación: 5/10