Cuando termina Rebel Moon: Parte I – La chica del fuego todo parecía indicar que, a nivel de historia, Zack Snyder ya había puesto todo a disposición del espectador para darnos en Rebel Moon: Parte II – La guerrera que deja marcas una cinta llena de acción sin freno que dejará ver al Zack Snyder de 300. Pero lejos de esa realidad, Zack Snyder sigue teniendo un ego inmenso, un gusto por llamar la atención y hacer que durante dos horas de película no sientas que se avanza en alguna dirección, es más, cuando la cinta termina parece que nos ha contado lo mismo que en Rebel Moon: Parte I – La chica del fuego, pero cambiando cuatro cosas para no repetirse en exceso. Con todo esto queda claro porque Disney y Lucasfilms nunca dieron visto bueno a que esta historia fuera considerada para entrar dentro del universo Star Wars. Zack Snyder está más pendiente de querer que cualquier cosa que vemos en pantalla parezca épica que se olvida por completo del resto. Está más pendiente en poner cámaras lentas y que todo parezca único antes que crear una historia cohesionada y que deje al espectador satisfecho. Parecía difícil, pero Rebel Moon: Parte II – La guerrera que deja marcas es peor que su primera entrega.
Es cansado repetirse, pero es lo que toca, Zack Snyder no es conocido por crear historias o guiones de cero, es más, sus películas más aplaudidas son cuando ha realizado la adaptación de algo. Recordemos que su primera cinta es una adaptación del Amanecer de los muertos. Por eso Rebel Moon nunca sorprendió a nadie, pues era hacer un refrito de space opera, de Star Wars y de Los siete samuráis, pero en Rebel Moon: Parte II – La guerrera que deja marcas sigue explotando Los siete samuráis, Star Wars y, ahora, coge la parte de Síon de Matrix Revolutions y lo plasma por completo dentro de su universo. Y es que Rebel Moon: Parte II – La guerrera que deja marcas arranca con los héroes de la primera entrega enseñando al pueblo como defenderse para hacer frente a lo que está por llegar. Pero todo esto Zack Snyder lo convierte en algo tedioso, pues estamos durante casi una hora de película viendo a la gente recoger trigo en los campos, todo ello a cámara lenta, mientras los protagonistas se vuelven intensos para intentar salir adelante. Es una cinta donde realmente no pasa nada hasta pasada una hora de película, después intenta dar el arreón final para satisfacer algo a los espectadores, pero ya es demasiado tarde, y lo cierto es que las secuencias de acción tampoco son nada del otro mundo.
Y lo peor de todo, que no tiene un final claro. Al inicio de esta, en un flashback, te cuentan un acontecimiento que hace que nuestra protagonista sea como es, y aparece un personaje que durante el resto de la trama no tendrá ningún tipo de relevancia. Así, al final de la cinta, se lanza un mensaje dejando entrever que esta Rebel Moon: Parte II – La guerrera que deja marcas es un capitulo puente y que queda otra entrega (o varias) por ver la luz, por no hablar de las director’s cut que nos tendremos que ver más adelante. Es una pena ver como el potencial que tenía Zack Snyder ha sido engullido por su ego, por su parafernalia y por no saber cuando decir basta. Es un director que sabe crear imagines, que sabe crear épica y que tiene claro lo que quiere, lo malo es que olvida el resto, olvida construir una historia en condiciones y se centra más en crear set pieces que solas pueden funcionar, pero cohesionadas pierden todo. En el reparto a la única que veo algo inspirada es a Sofia Boutella, porque al resto lo veo perdido y, en gran medida, con una sobreactuación que no ayuda demasiado a la cinta. Boutella quiere que esto siga adelante y lleva todo el peso de la cinta sobre sus hombros para que pase. Ella está enérgica, está entregada la causa, pero no consigue que el ego de Snyder la deje brillar del todo.
En definitiva, Rebel Moon: Parte II – La guerrera que deja marcas es una cinta que sigue demostrando que Zack Snyder ya ha decidido tirar de todo su ego para intentar seguir haciendo películas. Es una pena porque el talento de Snyder nadie lo pone en duda, pero es complicado sacarlo a relucir cuando quieres ser el protagonista completo de la cinta y no dejar que nada más brille. Entre planos ralentizados, secuencias que no aportan nada a la trama y que no termina la historia, hacen que pensemos en esta Rebel Moon: Parte II – La guerrera que deja marcas como algo anodino y que puede ser el final de una saga que no tiene final.