Raya y el último dragón: Duelo de pelazos

Llega a las pantallas de cine, y a la plataforma Disney Plus (con un coste adicional aparte de la suscripción mensual o anual), el clásico número 61 del estudio Disney: Raya y el ultimo dragón. Una entretenida aventura para toda la familia protagonizada por una nueva princesa de armas tomar, un dragón muy divertido, y un elenco de secundarios a cada cual más adorable. Raya y el último dragón está dirigida Don Hall (Big Hero 6) y Carlos López Estrada (Legión) quienes también firman parte del guión. En su versión original nos encontramos con las voces de Kelly Marie Tran (Star Wars: El ascenso de Skywalker) como Raya y la imprescindible Awkwafina (Jumanji: Siguiente nivel) como el dragón Sisu.

Raya en Raya y el último dragón

Raya en Raya y el último dragón

Tras un prólogo donde se nos cuenta como los dragones se sacrificaron por humanidad frente a unos monstruos (que recuerdan mucho al humo negro de la serie Perdidos), se nos presenta a Raya y a su padre, guardianes de un elemento que mantiene la paz y la armonía. Tras un desagradable acontecimiento avanzamos 6 años y nos encontramos con una Raya de armas tomar que se aliara con Sisu, el último dragón, para intentar salvar a la humanidad de esos monstruos que siguen acechando. Aunque leído puede resultar algo enredado, la historia de Raya y el último dragón vuelve a ser el “monomito” o el viaje del héroe que hemos visto infinidad de veces. Las protagonistas van recorriendo lugares y fichando aliados hasta llegar a la confrontación final. Y todo esto con un ritmo prácticamente imparable. Aunque podamos ver en alguna paginas especializadas que la cinta dura 114 minutos, esto no es cierto del todo ya que realmente la cinta dura 95, ya que tiene un corto titulado Nosotros de nuevo (una historia muy actual y bonita) que la precede y los créditos finales duran algo más de 10 minutos.

Lo primero que nos sorprende de Raya y el último dragón es su diseño de producción. La aventura es un viaje por una región que simula un dragón y de hecho los lugares se llaman como partes de su anatomía (talón, colmillo…). Luego el diseño de los personajes que se unen a la aventura son muy interesantes. Algunos nos recuerdan a figuras de “otros cuentos” como aquel que se parece al el John Silver de El planeta del tesoro. Y otros simplemente tienen un diseño adorable como ese “bebe” acompañado de 3 monos. Mención especial para la espada de Raya, que parece salida de Alita: Ángel de combate.  Por sacar un pero, los dragones recuerdan mucho en su diseño a los ponys de My Little Pony: La Película pero es un detalle prácticamente sin importancia. Otro de los momentos plausibles de la cinta es aquel donde un personajes explica un plan y este se ve en pantalla con una animación tradicional de género manga, algo que le sienta de maravilla y reclama a gritos más atención en futuras producciones.

Raya y Sisu en Raya y el último dragón

Raya y Sisu en Raya y el último dragón

Una vez más Disney vuelve a darnos un auténtico recital de tecnología y aquí es el pelo de los diferentes personajes quien nos vuelve a dejar asombrados. Desde el pelo sucio por la arena y a momentos ondulado, de Raya, hasta la melena de caballo del Dragón Sisu, sin olvidarnos de otros personajes femeninos con cortes de pelos que parecen más hieráticos cuando realmente no lo son. Otro de los momentos plausibles de la cinta es aquel donde un personajes explica un plan y este se ve en pantalla con una animación tradicional de género manga, algo que le sienta de maravilla y reclama a gritos más atención en futuras producciones.

Mención especial para la poderosa partitura de James Newton Howard (Vida oculta). El compositor californiano hace una fusión de estilos impresionante. Mezcla coros con música tradicional y a la vez le añade un giro muy actual. Sin lugar a duda uno de los puntos más fuerte de esta aventura.

En resumen, Raya y el último dragón es una aventura clásica con una heroína muy potente que se aleja bastante de las últimas cintas de Disney Animation (Frozen 2, Ralph rompe Internet, o incluso Vaiana). Se la puede tildar de tener cierto aire asiático, pero es que Disney sabe muy bien dónde está ahora mismo el dinero y el mercado chino es todo un filón para ello.

Lo mejor: Es entretenida, directa y no da rodeos, y por supuesto la música de Newton Howard.

Lo peor: El prólogo es bastante rápido (y de él se podría sacar una película independiente).

Puntuación: 8/10

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