Michael Moore (Fahrenheit 9/11) es uno de los realizadores cinematográficos más críticos con su propio país. Y eso es algo raro donde la mitad de sus realizadores tienen el patriotismo por bandera. Cierto es que Michael Moore siempre critica algo cuando está de actualidad, Bowling for Columbine vino al caso de los casos de asesinato por posesión de armas y de asaltos a colegios e institutos. Ahora con ¿Qué invadimos ahora? Moore se vuelve más cómico y a la vez mucho más crítico. Su nueva propuesta trae de nuevo esa ansía de querer tenerlo todo de EE.UU y de ocupar países a la primera de cambio. Y no lo hace con motivos militares, sino por motivos de que su propio país se dé cuenta en la cantidad de cosas que deberían aprender del resto de países del mundo, concretamente de Europa.
¿Qué invadimos ahora? Es un documental donde Michael Moore toma desde el inicio la comedia y lo ensambla en un documental de dos horas que se pasan volando (si es cierto que alguna de las historias contadas en él no tiene todo el gancho que se necesitaría) y consigue no sólo que sus propios compatriotas sepan lo que pasa fuera de sus fronteras, sino que todos los países del mundo descubran como las políticas de muchos países hacen que evolucionen de una forma mejor que las del país propio. Esta película, que está hecha para que los americanos sepan colocar también países en las pizarras, también sirve para que muchos países del mundo piensen en adaptar alguna de las propuestas que el director va recolectando a lo largo del documental de los países que visita. Propuestas, en muchos casos, que son simplemente increíbles y que, en muchas ocasiones, nos gustaría tener a nosotros mismos.
Ahora, siendo un poco personal, me gustaría adaptar la educación finlandesa, o las cárceles noruegas y, ojalá sea algún día posible, que una mujer esté al frente de todo, no sólo de una ciudad, sino de todo. Y estas son algunas de las cosas que se pueden ver en el documental y que, Michael Moore, coge como propias. Pero también es cierto que, aunque el documental tenga un buen ritmo, llega un punto en la película en la cual crees que todo llega a su fin, pero no, el director tiene más cosas que decir, y es quizás por esa sensación por la cual la película se hace algo pesada, pero lo bueno es que el director te tiene tan ganado desde el inicio que se queda en un fallo sin demasiada importancia. Y eso lo consigue con un final de aupa, en Alemania, frente a los restos que quedan en Berlin del muro, en donde recuerda como con un amigo estuvieron en la noche en la que el muro fue destruido. Esa emoción que impregna Moore muy poco son capaces de conseguirlo.
¿Qué invadimos ahora? Es un documental necesario, no sólo para los propios americanos, los cuales tienen mucho que aprender, sino para todo el mundo, ya que seguramente muchas de las medidas que tiene ciertos países, muchos mandatarios podrían planteársela en algún momento. Quizás sea una de las mejores cintas de Michael Moore, aunque no pueda superar a Bowling for Columbine, se queda muy cerca. Es cierto que no desprende tanto tono serio, como en algún documental más, pero su crítica está ahí. Bravo, Michael Moore.
Lo mejor: Como Michael Moore es capaz de enseñar cosas que nunca se hubieran enseñado.
Lo peor: No aburre nunca, pero cortar metraje hubiera venido bien.
Puntuación: 7/10