Todd Phillips artífice de la trilogía denominada Resacón (en breve tendremos la tercera entrega, que dicen cerrara la saga) produce esta cinta que podría calificarse como la fiesta que nunca vimos en las entregas de Resacón. Tres amigos organizan una fiesta que se desmadre más de lo normal. La resaca que nos queda es bastante agradable a pesar de que algunos ingredientes son excesivos e innecesarios.
Thomas se queda solo en casa el fin de semana de su cumpleaños, y a pesar de los consejos paternales se dejara guiar por sus amigos, en especial por el mítico Costa, para celebrar una fiesta de cumpleaños. Lo que en teoría iba a ser una reunión de amigos se convierte en una juerga descontrolada sin un fin aparente. El guión tiene un trasfondo (el aparente fracaso social, incluso valorado por los padres) más interesante que la historia en si (La preparación, desarrollo, y final de una juerga espectacular), que parece una sucesión de sketches a cada cual más difícil todavía, y que al final solucionan de una manera un tanto surrealista, a pesar del tono que se va marcando constantemente. Es interesante mencionar el excelente trabajo de personajes, desde Costa a ese estupendo equipo de seguridad, pasando por el enano, todos son arquetipos dados una vuelta más, que se nos quedaran grabados en la cabeza al salir de la sala.
El director Nima Nourizadeh debuta con esta película que peca de usar el formato documental cuando no hubiera sido necesario. Al principio resulta graciosa e impacta más por el simple hecho de hacer la acción más cercana, pero cuando de repente la primera persona que lleva la cámara se alterna con mil y una cámaras (alguna de ellas no sabemos muy bien de donde salen), ese efecto de cercanía pierde su intención. Si quizá se hubiera optado por una realización más clásica podría haber sido una película más redonda.
Mención especial merece la estupenda selección musical que nos acompaña en los 88 minutos que dura la cinta desde tema emblemáticos como Battery de Metallica o Push-it de Salt-N-Pepa hasta Pursuit Of Happiness de Kid Cudi, que es el tema que se esta usando para la promoción y ya lleva sonando un tiempo en la pistas de baile nacionales.
Sin duda no solo los personajes son un gran acierto, sino sus actores, que se puede decir que hasta esta cinta eran unos absolutos desconocidos. Por encima de todos debemos alabar la actuación de Oliver Cooper el cual interpreta a Costa, el personaje que todo el mundo recordara como referente de este Project X.
Una fiesta como la que todos hemos soñado colarnos alguna vez, una selección de música para no dejar de bailar al salir de la sala, piscina, castillo inflable, chicas ligeras de ropa, alcohol, drogas… sin duda todos los ingredientes para entretener.
Lo mejor: La fiesta, los personajes, la música…
Lo peor: El haber escogido el formato de falso documental, innecesario totalmente.
Puntuación: 7/10
Esta película me la recomendaron mucho, decidí verla y al principio me parecía aburrida una mala copia de american pie o por ese tipo pero de verdad vale la pena. Es buenísima.