Paranormal Activity: Dimesión Fantasma: Si lo sé, me voy a casa de mamá

Cuando una saga lleva más de cuatro entregas llegando a las pantallas de cine solo puede ser por una única cosa, dinero. Y eso es que lo busca, sin miedo a esconderlo, Paranormal Activity: Dimensión Fantasma. Recuerdo aquella primera entrega con algo especial, costó dos duros y arrasó en taquilla. No buscaba ser algo revolucionario, pero es icono para todos gracias a su enfoque de cámaras de vídeo en una casa. Ahora cuatro entregas después, la saga no ha evolucionado, sino que ha ido empeorando. Dimensión Fantasma no crea nada nuevo, repite esquemas y los sustos los ves a kilómetros, únicamente tiene algo bueno en sus últimos 10 minutos, cuando todo se medio descontrola y concluye. El resto lo hemos visto, padecido y sufrido millones de veces.

Ivy George en Paranormal Activity: Dimesión Fantasma

Ivy George en Paranormal Activity: Dimesión Fantasma

¿Qué se espera de una quinta entrega? Novedad. ¿Y cuál es la novedad? Correcto, el 3D. Empieza a molestar que los estudios de cine piensen de verdad que añadiendo un factor externo al relato, la gente acuda en masa esperando ver algo novedoso. Paranormal Activity: Dimensión Fantasma está hecha con el piloto automático puesto. Es efectista porque sabe que va a resultarlo, y carece de la sorpresa que se busca. Además, se puede ver la cinta en 2D sin problemas, si la ves en 3D te darás cuenta de cuando vienen los sustos, pues hay un cambio brusco en la imagen. Y esa es otra, la cinta no está rodada íntegramente en 3D sólo algunos fragmentos en donde nuestro fantasma hace acto de presencia. Y se nota demasiado en esos momentos que todo ha sido hecho por ordenador, canta que da gusto.

Y es que superado el 3D, superada la sorpresa. El found footage empieza a caerse como un castillo de naipes. Y es que ¿quién en su sano juicio va todo el rato con una cámara grabando todo lo que pasa en su casa? Correcto, nadie. Sólo los locos que aparecen en la película. Y es que aburre que te cuenten una historia así, yo entro en una casa así con la cámara, pasa el primer espectro y la cámara no sé, pero yo pongo pies en polvorosa. Y es eso lo que fastidia por encima de todo. Esta técnica quedó bien en El proyecto de la Bruja de Blair, pero ya cansa. No tiene su lógica y lo único que se consigue en muchas ocasiones es marear al espectador. Al espectador y los actores, porque pobrecitos la que tiene encima. Ninguno está convincente, y si además les damos unas líneas de diálogo insulsas, pues todo está hecho.

Chloe Csengery, Ivy George y Chris J. Murray en Paranormal Activity: Dimesión Fantasma

Chloe Csengery, Ivy George y Chris J. Murray en Paranormal Activity: Dimesión Fantasma

Paranormal Activity: Dimensión Fantasma es una cinta que tendría que haber ido directamente a VOD, creo que a poca gente le interesa ya este tipo de cine y la saga en particular. Ya han quemado todos los cartuchos posibles y no se ha sacado nada en claro, sólo que el cine de terror está ya en muchas ocasiones de capa caída. Un lastima.

Lo mejor: Que se ha dicho ya que es la última entrega.

Lo peor: Que sigan haciendo películas así sin ninguna sorpresa.

Puntuación: 2/10

Ficha artística y técnica

USA. Título original: Paranormal activity: The ghost dimension. Dirección: Gregory Plotkin. Interpretes: Chris J. Murray (Ryan), Brit Shaw (Emily), Ivy George (Leila), Dan Gill (Mike), Olivia Taylor Dudley (Skyler), Chloe Csengery (Katie), Jessica Tyler Brown (Kristi), Don McManus (Kent), Rebecca Larsen (Moira), Cara Pifko (Julie). Guion: Jason Pagan, Andrew Deutschman, Adam Robitel y Gavin Heffernan. Producción: Jason Blum y Oren Peli. Fotografía: John W. Rutland. Montaje: Michel Aller. Diseño de producción: Nathan Amondson. Vestuario: Lisa Lovaas.

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