Hay películas que tienen una calidad algo precaria y un guión lleno de tópicos, pero que siempre funcionan, pues enfatizan estupendamente con el publico. No se aceptan devoluciones entra de ese grupo. Es una cinta simpática y entretenida pero con nula calidad, que curiosamente ha batido records de recaudación en su país de origen, México, y en EE.UU. Parte de la culpa del éxito la tiene Eugenio Derbez, “el hombre orquesta” de No se aceptan devoluciones, pues a pesar de escribir y dirigir, también es el entrañable protagonista.
Eugenio Derbez en No se aceptan devoluciones
A un golfo y vividor mexicano le cambia totalmente la vida cuando una de sus amantes le deja al cargo de un bebe, que supuestamente es suyo. Con intención de escurrir el bulto, perseguirá a la madre hasta L.A. donde, tras la huida de la mama, deberá cuidar y criar de la niña. Así de sencilla es la premisa de No se aceptan devoluciones, que a veces nos recuerda, salvando las distancias, a La vida es bella o Yo soy Sam. El guion esta plagado de chistes, los mejores, y los mas adultos, se amontonan en el primer tercio de cinta, cuando nuestro protagonista es un insensata. Conforme evoluciona el personaje, evoluciona la trama, y la comedia amable da paso al drama esperanzador. Sin duda una formula que funciona en sus casi dos horas de duración.
Derbez como director es bastante simple. Recuerda a las primeras películas de Robert Rodriguez (El mariachi), una dirección un tanto tosca donde se ven todos los defectos, y no se han preocupado por esconderlos. Lo que realmente funciona estupendamente es el montaje, ya que consigue sacar las lagrimas de espectador en los minutos finales con asombrosos trucos, como ese plano al amanecer acompañado de la voz en off.
Loreto Peralta en No se aceptan devoluciones
Sin embargo, Derbez como actor llena toda la pantalla. Se nota que esta muy curtido en la comedia, las primeras situaciones con el bebe en México son delirantes, atentos al momento con el camionero. Con el drama tampoco se queda atrás, cada vez que abraza a su niña en los tramos finales de la cinta consigue que enfaticemos con él y nos preparemos para lo que pueda ocurrir. La otra estrella de la cinta, Loreto Peralta, tiene esa magia, que a pesar de estar obrando mal, se gana el corazón del espectador. Sin duda un casting muy acertado.
En resumen, No se aceptan devoluciones es una película bonita, para llevar a la madre o a la novia, y luego sacar un buen paquete de pañuelos para todos. No es una obra maestra que pretenda sorprender al publico, sino un producto perfectamente cocinado para tocar el corazoncito del espectador, y eso, si lo consigue.
Lo mejor: Eugenio Derbez como actor.
Lo peor: Eugenio Derbez como director.
Puntuación: 6/10
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