En 2013 el remake del clásico de Sam Raimi Posesión infernal sorprendió a todo el mundo. Su excesiva y brutal puesta en escena nos descubrió a Fede Alvarez, un realizador que tenia mucho que mostrar. Ahora, apadrinado por Raimi otra vez, nos llega su segunda cinta, No respires, un relato cuasi original que se ha convertido en la sorpresa de la temporada, gracias a la tensión (y al mal rollo) que muestran algunas de sus secuencias. Este es el tipo de cine de terror que sí da miedo y crea malestar en el publico. Ese el tipo de terror que nos acerca a una realidad cercana al espectador. No respires es la cinta de terror del año.
Un chicos de barrio entrar a robar a la casa de un hombre ciego. Pero una vez dentro los leones se convertirán en corderos. Esta es la sencilla premisa de No respires, un guion que mezcla el género de invasiones a casas con un elemento que no revelaremos para que puedan disfrutar de una sorpresa muy aterradora. El guion va como un tiro. En la segunda escena (un asalto a otra casa) ya quedan definidos como son los tres atracadores, y a quien debemos coger cariño de ellos y a quien no. En la siguientes escenas se plantea la situación y los 15 minutos ya estamos metidos en la casa del hombre ciego, comenzando un carrusel de malas sensaciones y tensiones poco visto últimamente. Es verdad que quizá el guion contenga alguna trampa para hacer avanzar la historia, pero es algo muy perdonable, ya que el guion firmado a cuatro manos entre el director y Rodo Sayagues, no pierde ritmo en ningún momento, y consiguen en menos de 90 minutos lo que muchos no consiguen en cintas de dos horas: mantener al respetable amarrado a la butaca esperando el siguiente susto.
Con su segunda película, Alvarez se consagra como uno de los directores más interesante y precisos de su generación. El director uruguayo no solo sabe muy bien las reglas del juego sino que las aprovecha a la perfección. Ese momento con las luces apagadas donde los ladrones se queda a ciegas es trasmitido al espectador de una manera tan interesante, que este es capaz de sufrir como lo hacen los muchachos en el film. Y no nos olvidemos de la secuencia del perro y el coche, otro momento de aplauso donde no podemos darlo debido a lo bien amarrado que estaremos a la butaca. Otro punto a favor, y muy importante en esta película, es el uso del sonido, perfectamente conjugado con la partitura del compositor español Roque Baños (Nuestros amantes). Ambos son piezas fundaménteles para mantener esa tensión contaste que se apodera de la cinta a los escasos minutos de empezar.
El reparto esta en su justa medida. La ascendente Jane Levy (Posesión infernal (2013)) es la ¿heroína? del relato. A sus 27 años esta muchacha va camino de convertirse en un reclamo como mujer fuerte dentro del género. Su momento en el coche con el perro es increíble, trasmitiendo extraordinariamente a la audiencia la angustia del momento. Dylan Minnette (Pesadillas) es el pagafantas de la cuadrilla, perfectamente fusionado Daniel Zovatto (It Follows) el “chico malo” de la pandilla. Zovatto al igual que Levy consigue transmitir mucho de su personaje en sus primeras escenas. Para rematar la cinta encontramos a Stephen Lang (Avatar), impecable en su rol de ¿villano?. Si lugar a dudas otro de los muchos aciertos de No respires.
En resumen, No respires es una entretenido producto que no da tregua al espectador en ningún momento. Una genialidad necesaria en los tiempos que corren. Alvarez y Sayagues han abierto una caja de Pandora que esperemos el estudio no quiera quemar con infinidad de innecesarias secuelas, pues este original es casi una obra maestra del genero.
Lo mejor: La dirección de Fede Alvarez, el uso del sonido y la banda sonora, y Stephen Lang.
Lo peor: Alguna trampa en el guion, pero muy perdonable.
Puntuación: 9/10