En los últimos años la comedia francesa había ganado en prestigio y en calidad en sus películas. Intocable sirvió para instaurar una nueva forma de contar las cosas. Y parecía que todos los directores habían aprendido el camino a seguir. Patrice Leconte (La promesa), director de mucho prestigio en Francia, dirige No molestar, una comedia de malos entendidos y líos que pierde fuelle a medida que avanza la cinta. Ni el carisma de Christian Clavier (Dios mío, ¿pero que te hemos hecho?) o las diferentes situaciones consiguen hacer que la película se salve de la quema. Una lástima, pues la premisa es realmente buena.
No molestar cuenta la historia de un hombre que consigue encontrar un disco muy extraño en un mercadillo. Y lo único que pide es una hora de tranquilidad para escucharlo y saborearlo ¿Lo conseguirá? Claramente no, pero no por él, sino porque parece que ese día es el elegido para hacer que nuestro protagonista pierda los nervios. Con esta premisa, la historia se da para una comedia de situación bastante divertida, lo malo es que la historia solo tiene un par de puntos de genio. El guión es simplón, se limita a poner en pantalla a personajes que conseguirán poner en apuros a nuestro protagonista, así como enredos de cama que sabes desde un principio que acabará mal.
Lo sabes porque no innova en nada. Cada presentación de personajes ya te hace ver que las situaciones son las mismas que has visto en una película mediocre de las sobremesas en la televisión, o peor realizadas que en grandes comedias del cine. Aún así, Patrice Leconte no pierde la fé y consigue rodar de buena manera esta obra de teatro llevada al cine. Que toda la acción se desarrolle en una sola ubicación es algo complicado ya que el espacio y ver todo el rato en pantalla lo mismo, puede hacer perder interés. Interés se pierde, pero no por Leconte, sino porque lo que cuenta, como ya he dicho, no es novedosos e incluso puede llegar a aburrir. Sin duda alguna, los mejores momentos llegan con la aparición de Rossy de Palma (Tres bodas de más).
La actriz española es una roba escenas. Cada una de sus apariciones es mejor que la anterior, su “chacha” doméstica es sublime cuando se pone a despotricar en español y ninguno de los personajes que hay en pantalla la entienden. Además, sirve de desahogo para la repetición de las situaciones. También destaca Christian Clavier, aunque su personaje en muchas situaciones es algo estridente y llega a pesar en la película. No molestar es una película que sinceramente no atrae. Puede tener muchos nombres detrás pero con un guión y unas situaciones tan simples consigue aburrir, una lástima, pues se esperaba mucho del regreso de Leconte.
Lo mejor: Rossy de Palma.
Lo peor: El guión y que en algún punto puede aburrir.
Puntuación: 2/10