Adam McKay es uno de los directores más prestigiosos de los últimos años. Su cine se ha caracterizado por realizar una crítica al sistema, a la política y al mundo en general. El salto a la fama le llegó con La gran apuesta, donde consiguió el reconocimiento de crítica y público, y después se consolidó con VICE. Pero Adam McKay no para en su crítica hacía la sociedad y la política del mundo. No mires arriba llega después de dos años de pandemia mundial en donde se crítica todo lo acontecido, pero lo gracioso es que la película se rodó antes de la pandemia, por lo que Adam McKay parece haber anticipado la tontería que nos iba a dar a todos, a ser expertos en temas pandémicos y en tener unos políticos que solo se interesan en ellos en lugar de intentar ayudar a los ciudadanos. También es una crítica brutal a todos aquellos negacionistas que parece ir contra todo aquello que sea bueno, porque no creen o porque no quieren pensar que se podría solucionar. No mires arriba es una película inteligente, muy divertida y que, espero, haga reflexionar a la sociedad.
Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence en No mires arriba
No mires arriba nos cuenta una historia en donde un meteorito está a punto de chocar con la tierra y los investigadores intentarán que la gente haga caso. El único problema es que los políticos se lo toman a risa, los programas de televisión buscan más el morbo que acercar una realidad que nos afecta a todos y la tontería que sacude al mundo cuando algo así sucede, algo que hemos podido comprobar en la realidad con el tema del Covid-19. Lo mejor de No mires arriba es que da miedo al comprobar como la ficción capta perfectamente la realidad, en donde reírse es como llorar por ver que las burlas de la película se dan en la realidad y hacen ver lo estúpidos que somos. Adam McKay refleja perfectamente el miedo de la población, el egoísmo de la clase política y como los medios de comunicación toman a la ligera temas tan importantes. Y es esa crítica a los medios de comunicación quizás los que más resquemos puede causar, porque, en verdad, cuando algo así de importante sucede, al final se le da un especio de cinco minutos en pantalla porque poner la relación del famoso de turno es más importante. Una crítica realmente auténtica, porque los medios de comunicación se han convertido en todo eso antes que en informar de lo que realmente importa.
Y para contar todo esto, Adam McKay se ha juntado con un elenco de actores realmente increíble, y bueno, como siempre en el cine de McKay, que consigue juntar a un grupo bien grande actores de renombre. Aquí los auténticos protagonistas son Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence, que son los que llevan todo el peso de la acción. Los dos son científicos que encuentran el rastro del meteorito y que tiene que informar de ello. El juego que hacen los dos es que ella empieza de una manera y termina de otro, al igual que ocurre con él. Ambos de compenetran perfectamente y consiguen convencer. También hay que destacar a los secundarios, entre los que destacan Meryl Streep, Jonah Hill, Cate Blanchett o Mark Rylance, que se come por completo al resto. Rylance hace de una especie de Steve Jobs melómano que le da igual todo y solo piensa en su beneficio. Está divertido, loco y da un recital interpretativo.
Meryl Streep en No mires arriba
En definitiva, No mires arriba es otra muestra más de como Adam McKay ve el mundo, ve a los políticos, a la sociedad y a quienes están por encima y como no hacen nada por la gente que los rodea. Es una película muy inteligente que no toma al espectador por tonto y que quiere concienciar con lo que tenemos ahora mismo en el mundo. Una de las mejores películas del año, de las más divertidas y de las que seguro que harán reflexionar a la gente.
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