Mula: El legado de Clint Eastwood

Clint Eastwood (El francotirador) es de los pocos cineastas clásicos norteamericanos que quedan en Hollywood. Su cine, siempre impregnado de historias sobre personajes grises, se ha caracterizado por contar más por lo que se ve en pantalla que por las explicaciones propiamente dichas en diálogos o con carteles. Su última gran obra, Gran Torino, mostraba ya como su personaje (Walt Kowalski) asumía una especie de redención al final de esta y, metafóricamente, era como el adiós al Eastwood actor. Han pasado once años de aquello y, aunque ha seguido dirigiendo después de eso, no ha conseguido alcanzar las cotas que alcanzó con Gran Torino. Mula es reencontrarse con el Clint Eastwood actor y director, aquel que cuenta historias de personajes grises, de personajes medio acabados y lo hace con una historia sobre la redención, el perdón y la familia con el tráfico de drogas de fondo. Mula no viene a ser otra cosa que el posible adiós definitivo de Clint Eastwood al séptimo arte. Su última aportación a tantos años. Y lo hace por la puerta grande.

Taissa Farmiga y Clint Eastwood en Mula

Taissa Farmiga y Clint Eastwood en Mula

Mula es la historia de un hombre que ha vivido la vida como le ha dado la gana, dejando a su familia de lado y centrándose en su trabajo o amigos. Es la historia de un hombre que, desesperado, busca la redención de todos aquellos a los que ha causado problemas alguna vez. Y es una reivindicación final sobre estar junto a tu familia o seres queridos. Durante toda la cinta, Eastwood nos pone a su personaje aceptando el transporte de droga para ganar dinero fácil y conseguir así redimirse de todo lo que ha hecho mal durante todos los años. Clint Eastwood rueda con elegancia y sin demasiados artificios dotando a la historia de una personalidad increíble y con el tempo justo que necesita la historia. Si es cierto que quizás en ciertos tramos hay algún bajón de ritmo, pero rápidamente solventado. Eastwood no es amigo del relleno, por ello los viajes que ha introducido en la cinta son aquellos que nos depararan algún tipo de información esencial. Y así constantemente con todo.

Mula también sirve para que Clint Eastwood nos reparta bofetadas por la cara a los más jóvenes, jóvenes enganchados al móvil o a otra realidad más que vivir la vida que tenemos. Así, cada vez que sale en pantalla alguien con nuevas tecnologías, Eastwood aprovecha la ocasión para lanzar algún que otro chascarrillo al respecto. Hay una secuencia donde, el personaje de Eastwood, para en la carretera para ayudar a una familia que ha pinchado. En dicha secuencia, el padre de la familia está desesperado buscando cobertura para buscar en Google como cambiar una rueda, algo que desconcierta al personaje que se queda anonadado. También podríamos extrapolar esto al cine, donde posiblemente Eastwood esté mandando un mensaje donde dice que sin demasiados efectos especiales también se puede hacer gran y buen cine. Y también demuestra que con 88 años se puede actuar de una manera convincente. Se le nota ya los años, pero tiene tal carisma y pasa de todo que consigue calar en el espectador. Además, se rodea de gente como Bradley Cooper (Ha nacido una estrella), Michael Peña (Ant-Man) o Taissa Farmiga (La monja) que saben impregnar de carisma y buen hacer cada fotograma.

Clint Eastwood en Mula

Clint Eastwood en Mula

Mula es una muestra más que Clint Eastwood respira cine por todo su cuerpo. Demuestra que de pequeñas historias se pueden contar grandes películas. Mula es una pequeña joya, no llega a estar entre las mejores obras de Eastwood, pero posiblemente sea su mejor película desde Gran Torino, su última gran obra maestra. Ojalá muchas más obras de Clint Eastwood en un futuro. Lo merece.

Puntuación: 8/10

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