Para su segunda película como director Seth MacFarlane (Ted), creador de la serie animada Padre de familia, nos propone una mirada cachonda del viejo oeste en Mil maneras de morder el polvo. Protagonizada por el mismo MacFarlane, acompañado de Charlize Theron (Prometheus) y Liam Neeson (Battleship), entre otros muchos, Mil maneras de morder en polvo es un entretenimiento divertido donde las risas son acompañadas por aplausos en más de un momento.
Un ovejero cobarde, y con buen corazón, se mete en problemas cuando su prometida le abandona por un presumido vendedor de productos para el bigote, y conoce a la mujer del pistolero más sanguinario de la comarca. Como se puede observar el argumento es una historia de lo más común. Es una vuelta de tuerca sobre el salvaje oeste pero desde la perspectiva de un antihéroe. Sin lugar a dudas lo mejor es la cantidad de chiste y estupideces que se pueden oír en cada secuencia de la película. Muchas de ellas funcionan de perlas, como esos referentes cinematográficos o los momentos en el salón del pueblo con las chistes más subidos de todos. Pero habrá otros que quizá se queden en tierra de nadie, pues van dirigidos a los fans más enfermizos de la Padre de familia y sus continuos chascarrillos a otras series, como esa frase antológica de “reto aceptado” que pronuncia Neil Patrick Harris, haciendo referencia a su inmortal Barney Stinson de Cómo conocí a vuestra madre.
Como director, MacFarlane cumple con una realización muy televisiva basada en sketches. También hay que aplaudirle a la hora de no cortarse en ofrecernos planos escatológicos, quizá pueda molestar a los espectadores más sensibles, pero el humor es así. También hay que apuntar el excelente, pero algo breve, numero musical, sin duda otro de los momentos más aplaudibles de la cinta.
Esta claro que la cinta se sostiene en todo momentos gracias al buen hacer de todos los actores. MacFarlane es el nuevo rey de la comedia, y aquí lo demuestra con sus caras de asombro en más de un momento. Theron por fin ha dado rienda suelta a la cómica que lleva dentro, y que siempre ha desprendido en su vida privada, atentos al momento de presentación de su traje para el baile. Mención especial para la pareja formada por Giovanni Ribisi (Brigada de élite) y Sarah Silverman (¡Rompe Ralph!), sus momentos son de aplauso y su relación de carcajada constante.
En resumen, Mil maneras de morder el polvo, es divertida. No es tan redonda como Ted, pues la historia no es tan sorprendente como aquella. A pesar de sus casi 2 horas de duración, pasa como un suspiro, pero no le hubiera venido mal ser un poco más breve, pues lo bueno y breve, dos veces bueno.
Lo mejor: Los chistes con referentes cinematográficos.
Lo peor: Su duración.
Puntuación: 7/10
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