La nueva película del neozenlandés Andrew Dominik (Chopper) vuelve a estar protagonizada por Brad Pitt (El árbol de la vida), al igual que su anterior largometraje, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, y está basada en una novela de 1974 escrita por George V. Higgins.
Mátalos suavemente nos narra una historia de gangsters al uso. En este caso un tipo y dos jóvenes yonquis de poca monta (interpretados por los poco conocidos Scoot McNairy y Ben Mendelsohn, pero que daran que hablar) deciden robar la recaudación de una partida de póker ilegal en la que juegan los gangsters más peligrosos de la ciudad. Es un golpe sencillo, ya que el tipo que organiza las partidas, un tal Markie Trattman (Ray Liotta (Uno de los nuestros)) ya se robó una vez a si mismo. El tema es que si vuelve a desaparecer dinero… ¡¡¡las culpas caerán sobre él!!! Así, los dos yonquis efectivamente roban el dinero.
Por supuesto, estamos dentro de una cinta de género, así que la mafia no se queda sentada de brazos. Un extraño personaje conocido como «El Conductor» (estupendo Richard Jenkins (The visitor)) llama a Jackie Gogan (Brad Pitt), una especie de “limpiador” de la mafia, para que acabe con Trattman (Liotta) y encuentre a los dos yonquis que robaron el dinero.
Así, la película se mueve dentro de los parámetros habituales del género. Eso es… mucha charla de gangters, mucha estética de bajos fondos, mucho código de honor… lo mismo de siempre, pero… desde un extraño punto de vista. Y es que la película se cuenta paralelamente mientras George Bush sale del gobierno y entra Barack Obama, durante aquellos días de 2008 en los que estalló la crisis económica que aún padecemos con fuerza en países como España.
Con un presupuesto de apenas 18 millones de dólares, la película llega producida por el propio Brad Pitt y la sombra de los eternos hermanos Weinstein. Un director “de autor”, en una película acertada en la parte técnica (está verdaderamente cuidada en ese aspecto), pero nos deja una sensación agridulce al acabar. Suena todo a conocido.
En resumen, una película con una estética audiovisual muy cuidada, con interpretaciones interesantes (ojo al pequeño papel de gangter en crisis de James Gandolfini (Los Soprano)) y una puesta en escena muy buena… pero con un guión que pretende ser original… y en realidad no es nada del otro mundo. En realidad queda como un ejercicio pretencioso, en el que destaca la supuesta relación de la crisis mundial con el mundo de la mafia.
Para amantes del género.
Lo mejor: La BSO es bastante potente, al igual que los F/X de sonido.
Lo peor: Todo lo que cuenta ya está visto…
Puntuación: 6/10
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