“Segundas partes nunca fueron buenas” reza el dicho popular, y Magic Mike XXL no iba a ser otra excepción. Secuela directa de Magic Mike, uno de los éxitos sorpresa de 2012, Magic Mike XXL es una cinta que no sorprende, que no cuenta nada, y encima es aburrida. Son casi dos horas donde solo unas pocas disfrutarán de los cuerpos de Channing Tatum (El destino de Júpiter), Joe Manganiello (Qué esperar cuando estás esperando) y Matt Bomer (Cuento de invierno). No busquen a Matthew McConaughey (Interstellar), pues se apeó de esta innecesaria secuela.
Y el guionista tampoco se hacen de rogar para contar que ha pasado con este personajes y el de Alex Pettyfer (El mayordomo). En la segunda secuencia se nos cuenta el destino de ambos, quizá una historia más interesante que la que se nos cuenta en esta secuela. Y es que ahora Mike y sus muchachos deciden hacer un largo viaje para presentarse a un concursos de strippers, que supondrá su ¿ultimo baile?. Esto último lo pongo entre signos de interrogación, pues si la taquilla vuelve a responder es muy posible que este no sea el ultimo striptease de estos muchachos. El guión ha perdido la frescura del original. Ahora se limita a componer secuencias muy largas donde los personajes no dejan de “rajar” estupideces banales que no interesan a nadie. Y los esperados números musicales se hacen de rogar y cuando llegan resultan interminables y algo sosos.
Tampoco ayuda que tras las cámaras no este el realizador de la primera entrega, ¿o sí?, pues Gregory Jacobs es el ayudante de dirección del director del original, Steven Soderbergh, que sí se ha encargado de la fotografía y el montaje, bajo seudónimos, de esta segunda parte. Algo que resulta incomprensible, pues no hay nada que resalte en Magic Mike XXL. La fotografía es muy plana, nada que ver con la original. El montaje no tiene ritmo y es poco fluido. Y la dirección deja mucho que desear hasta sus ultimo minutos, donde las coreografías están rodadas con detalle y esmero pero sin ritmo.
Los chicos han venido a lucir palmito y punto. En esta secuela, la interpretaciones han caído muy bajo, siendo las más acertadas las de Bomer (este chico debería hacer más cine) y Kevin Nash (Rock of Ages). Este ultimo tiene su minuto de gloria cuando se sincera contando lo que le hubiera gustado hacer en el futuro.
En resumen, Magic Mike XXL es una secuela que se hace para ganar dinero con la única intención de atraer a los fans del original y mucha mujer que se quedó insatisfecha con Cincuenta sombras de Grey. Tampoco creo que esto satisfaga mucho a nadie, pero en fin, Tatum y sus chicos ahí están para “dar más calor” al verano.
Lo mejor: Matt Bomer cantando Heaven, el clásico de Bryan Adams.
Lo peor: Secuencias muy largas donde se habla mucho y se “actúa” poco.
Puntuación: 2/10