Luca: Llámame por tu nombre

Una vez más Disney nos priva de disfrutar de la nueva cinta de Pixar Animation en pantalla grande (salas de cine) y estrena en su plataforma Disney+ directamente, y sin coste adicional, Luca, una amena historia veraniega que cuenta con todos los factores para ser un éxito. Eso sí, para el que firma esta crítica, la historia, a pesar de ciertos riesgos que corre, parece estancarse en un tema recurrente del estudio: la amistad y el descubrimiento de un nuevo mundo. Debuta en la silla de director (y firma parte del guión) el italiano Enrico Casarosa, nominado al Oscar por su excelente corto para la compañía titulado La Luna.

Luca, un niño monstruo marino que ejerce como pastor de peces, tiene cierta curiosidad por lo que ocurre en la superficie, ya que sus padres le prohíben emerger en ella. Un día conoce a Alberto, otro monstruo marino, que le descubre que salir a la superficie no es malo y además les transforma en seres humanos. Ambos vivirán una aventura de verano que les hará madurar a ellos y al resto de personajes. Este es, a groso modo, el argumento de Luca, que hará las delicias de muchos pero que a otros puede llegar a saturar. La cinta tiene un aire a Call Me by Your Name, y es que esa relación entre Luca y Alberto dará mucho que hablar. Si bien el guión no es malo, no sorprende en ningún momento y se vuelve rutinario, y consigue que sus poco más de 90 minutos se hagan eternos.

Casarosa, como buen italiano de nacimiento que es, adorna la película con elementos que permiten a los más cinéfilos enamorarse de la cinta desde sus primeros momentos. Esos posters de películas de películas emblemáticas, esa foto de Marcello Mastroianni, esa Vespa que nos traslada a Vacaciones en Roma… un sinfín de elementos que apoyados en una animación muy mediterránea y un pueblo en la Riviera italiana llamado Porto Rosso (al cual se le hace una publicidad estupenda, digna del mejor publirreportaje), consiguen que por un momentos nos olvidemos de la historia que se nos está contando para disfrutar de la brisa y frescura que nos transmiten sus imágenes.

El diseño de personajes humanos es una delicia y choca profundamente con el de los monstruos marinos, que dan la sensación de pereza. Y atentos a ese gato que un claro homenajea al maestro Hayao Miyazaki, y otra de las muestras de la pasión de su director por el cine. Luca cuenta con la voz de Jacob Tremblay (Doctor sueño) en su versión original y Jack Dylan Grazer (It: Capítulo 2) pone voz a Alberto. En este aspecto se echa de menos haber jugado más con el concepto italiano, es decir, haber usado actores italianos aunque hubieran hablado en inglés, pero eso es otro tema.

En resumen, Luca no es mal producto pues rezuma amor por el séptimo arte en cada uno de sus fotogramas. Por primera vez en mucho tiempo Pixar deja entrever algo más que una amistad entre sus protagonistas (más por parte de Alberto que de Luca) pero a grandes rasgos es lo mismo de muchas de sus cintas, por lo que al que suscribe estas líneas la cinta a pesar de sus logros (que los tiene) le resulta algo aburrida.

Lo mejor: La pasión que director transmite por el mundo del cine.

Lo peor: Es la historia de siempre.

Puntuación: 5/10