Como si de un disco se tratara, Lo mejor de mí contiene todos los grandes elementos que el novelista Nicholas Sparks incorpora en todas sus novelas: Chico pobre, chica rica, tragedia, señor mayor dando consejos, reencuentro, muerte, amor, mucho amor, y el sur de EE.UU. como telón de fondo. Michael Hoffman (Un plan perfecto) es el encargado de dirigir a James Marsden (2 Guns) y Michelle Monaghan (Atrapada en la oscuridad) en el presente y a Luke Bracey (La conspiración de noviembre) y Liana Liberato (Si decido quedarme) en los flashbacks.
El trabajador de un refinería marítima tiene un accidente que le lleva a tierra, donde se reencontrará con su amor de juventud, tras 20 años sin verse. Ella esta casada pero no es feliz, él es un lobo solitario que no se ha vuelto a enamorar. El fallecimiento de un longevo amigo en común volverá a unirles y recordar el tiempo pasado, un momento en que un chico de familia conflictiva se enamoró de una chica de buena cuna. Este es el argumento que toca en Lo mejor de mí, adaptación de la novela homónima.. La historia es muy tópica y apenas hay sorpresas. Quienes sigan de cerca al autor sabrán a lo que me refiero. Hay que reconocer que por lo menos la cinta no aburre, y eso que es lo mismo de siempre.
Hoffman, como otros directores antes, intenta sacar los planos más bonitos del sur. Praderas, valles, caserones…. todos los elementos son retratados como postales turísticas. Menos suerte corre al retratar a los actores, pues Bracey que interpreta a Dawson en el pasado parece mucho más alto que su homónimo en el presente. Eso si, ellas salen divinas, tanto que consiguen enamorar hasta al espectador más rancio.
No podemos decir que los actores estén mal del todo, pues lidiar con un texto donde las frases son más empalagosas que un bollo “pantera rosa” es difícil, y aquí no rechinan tanto como se espera. Marsden resulta más gracioso de lo habitual y Monaghan mucho más seria, casi como en True Detective. Los chavales jóvenes, se dedican a lucir palmito y poco más. Tiene un par de escenas intensas, en especial él, pero que no termina de aprovechar su momento.
En resumen, Lo mejor de mi, es más de lo mismo. No hay sorpresas, todo sigue un patrón establecido, y acaba como tiene que acabar. Los fans del genero lo disfrutaran como siempre, y los menos adeptos por lo menos no se aburrirán, ya que la cinta, a pesar de sus casi dos horas, tiene buen ritmo.
Lo mejor: Que no pretende engañar a nadie con el tipo de producto que es.
Lo peor: Carece de sorpresa y originalidad.
Puntuación: 4/10
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