Un desierto. Dos hombres. Un destino. Incluso la lucha de descubrirse a lo largo de un viaje es lo que nos ofrece la intimista Lejos de los hombres. La cinta de David Oelhoffen (Reencuentro) es un western ambientado en la guerra de Argelia en donde dos hombres tendrán que aprender a entenderse, a respetarse y a trabajar juntos si quieren llegar a su destino, o por el contrario prefieren morir en el camino. Con una sobriedad raramente vista en este tipo de cine, la cinta de Oelhoffen consigue convencer gracias a la lucha interpretativa que mantienen tanto Viggo Mortensen (Las dos caras de enero) y Reda Kateb (Hipócrates) y a lo interesante de su propuesta, aunque como se dice en muchos de estos casos, la cosa ya esté vista.
Lejos de los hombres es una especie de western, como he dicho antes, en donde un hombre recluido debe llevar a otro para ser juzgado por asesinato. El camino no será fácil, pues hay gente que quiere matar al pobre hombre por la ley de sangre en vez de dejar que sea juzgado por ello. Será en esos momentos cuando nuestros protagonistas fraternicen y lleguen a entenderse como deben actuar. Y es aquí donde reside la gran virtud de la cinta, la de demostrar que la bondad de los hombres, por muy mal que pinten las cosas siempre sale a relucir. Y es cuando la película ya anda algo avanzada es cuando funciona, pues al principio no sabes realmente que es lo que te vas a encontrar en la cinta.
Y quizás esa sea la gran virtud de la cinta, que si no conoces nada de la historia ella te sorprenderá. Te puede sorprender por ver un western tan relajado, íntimo y que sabe hacer que los personajes se desarrollen como es debido. Pero en ello también puede residir su error. Quizás el ver algo tan sosegado, pausado y con un ritmo que no aumenta demasiado en su metraje hacen que en muchas ocasiones la película llegue a hacerse pesada o aburrir. A mi no me ocurrió, pero seguramente en muchos casos si que se dé este caso. Aún así, como he dicho antes, gracias tanto a Mortensen como a Kateb la cosa tira para delante. Los dos están sembrados, consiguen mantener la tensión que requieren sus personajes y consiguen que tu atención, cuando la cinta no sabe muy bien que rumbo coger, este centrada.
David Oelhoffen consigue con Lejos de los hombres una historia diferente pero que se ha podido ver en muchas ocasiones. Puede que no se convierta en una de las mejores cintas del año, pero bueno, consigue con su cometido de hacer que los 100 minutos de duración no se hagan demasiado duros. Además, entre tanto bockbluster cargado de efectos digitales, ver una cinta que apuesta por la realidad y relatar algo verosímil hace que apruebe y sea diferente.
Lo mejor: Viggo Mortensen y Reda Kateb.
Lo peor: Su lentitud, que en muchas ocasiones puede llegar a perjudicarla.
Puntuación: 6/10