Las amigas de Àgata: Amistades de siempre

Muchas veces llegan a la cartelera películas que cuando oyes hablar de ellas te echan para atrás. Luego las ves y tu opinión cambian por completo. Seguramente, Las amigas de Àgata, no diga mucho a primera vista, pero en sus poco más de 70 minutos se convierten en una descripción perfecta de una etapa de la vida, de la madurez y de saber que, pase lo que pase, esas amistades de toda la vida van a estar allí. Laia Alabart, Alba Cros, Laura Rius y Marta Verheyen presentaron esta película como su proyecto de fin de carrera, lo que no sabían en aquel momento es que su cinta iba a estrenarse en la cartelera nacional. Lo que tampoco sabían es que tenían una pequeña gran joya en sus manos.

Elena Martín, Marta Cañas, Victòria Serra y Carla Linares en Las amigas de Àgata

Elena Martín, Marta Cañas, Victòria Serra y Carla Linares en Las amigas de Àgata

Las amigas de Àgata consigue calar debido a su natural historia, una historia que todos hemos vivido en nuestras carnes, esa etapa en la que la universidad ocupaba casi todo tu tiempo y tus amigos de toda la vida se veían relegados a un segundo plano. Esa complicada etapa es la que las cuatro directoras relatan en su cinta. Y lo hacen con una naturalidad que realmente sorprende. No realizan grandes artificios, no buscan tres pies al gato y con lo sencillo consigue crear un relato ameno, lleno de ritmo y de momentos en los cuales nuestras mentes se irán a ese momento de la vida en la que vivimos lo que relata. Pero no solo relata ese instante, Las amigas de Àgata también es el relato de una amistad. Las amistades de verdad, esas que al final, pase lo que pase, siempre permanecen. Y la manera en la que lo hace es la naturalidad.

Conseguir hoy en día esa naturalidad en las historias es complicado. Muchas veces, la historia abusa de momentos sentimentales, de momentos extremadamente épicos y que no dejan espacio para el intimismo. Las amigas de Àgata se mete por completo en ese intimismo y en ningún caso parece que vemos una película, sino que parece que estamos presentes en todos los momentos del relato. La cercanía con la que se cuenta todo hace que estemos allí. Si se van de fiesta, nos vamos con ellas. Si discuten, nosotros somos testigos presenciales de esas discusiones. Y eso es de aplaudir. Tampoco hubiera sido lo mismo con otras actrices. Elena Martín, Marta Cañas, Victòria Serra y Carla Linares están sublimes en los papeles protagonistas. Su naturalidad, su espontaneidad y parecer que se conocen de toda la vida hace que te creas todo lo que sucede en pantalla. Ojo a estas actrices que darán que hablar.

Elena Martín y Marta Cañas en Las amigas de Àgata

Elena Martín y Marta Cañas en Las amigas de Àgata

Las amigas de Àgata es el resumen de una etapa de la vida. Un etapa complicada y llena de altibajos, que empiezas en lo más alto, pero va cayendo poco a poco sin que te des cuenta. Todos hemos vivido eso y lo sentimos como nuestro. Las amigas de Àgata da de lleno en el corazón y en los sentimientos. Emociona e ilusiona. Y, aunque pueda llegar a poca gente, espero que tarde o temprano llegue a muchos más. Una auténtica joya.

Lo mejor: La naturalidad con la que se cuenta y desarrolla todo.

Lo peor: Algunas decisiones no están del todo bien marcadas.

Puntuación: 7/10

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