Con dos años de retraso llega a nuestras pantallas La sombra de los otros, un esperpento que mezcla temas esotéricos con personalidades múltiples, donde lo único salvable es el buen hacer de la siempre correcta Julianne Moore (Chloe).
Una psicóloga viuda es la encargada de desvelar si un paciente de su padre tiene personalidad múltiple o lo esta fingiendo. Sin comerlo ni beberlo se embarca en una trama de muertes en extrañas circunstancias, curanderos, y cuestión de fe, que quiere abarcar mucho y termina siendo un batiburrillo de ideas. Quizá se hubieran centrado en una sola de ellas hubiese sido una película mas interesante.
El dúo sueco Måns Mårlind y Björn Stein que hace unos meses nos presento su película posterior, la entretenida Underworld: El despertar, demuestran que saben crear planos con movimientos interesantes pero que narrativamente no dicen nada, lo mismo que les ocurre con los sustos, se podían haber aprovechado más ciertos momentos como cada vez que se retuerce un personaje, y se quedan en tierra de nadie.
Sin duda lo mejor de la cinta es la pelirroja Julianne Moore, que sus 52 años esta tan estupenda como siempre, ya sea físicamente y estéticamente hablando. Le acompaña Jonathan Rhys Meyers (Match point), que tiene la difícil tarea de recrear varias personalidades y debido a su aspecto chulesco y su mirada distraída no termina de engatusar al espectador, creando momentos donde en vez de producir terror produce risa.
En resumen, es opción del espectador cuestionarse su fe y entrar al trapo del juego que plantea esta dudosa cinta que tiene muchos giros argumentales ridículos y demasiados personajes. Sin duda prometía más de lo que luce.
Lo mejor: Julianne Moore.
Lo peor: La cantidad de personajes que populan por la cinta.
Puntuación: 2/10