No es de extrañar que con los modestos presupuesto que manejan algunas cintas de terror o ciencia ficción, a veces nos lleguen productos que parecen cintas independientes, como es el caso de La señal. La ganadora del premio a los mejores efectos especiales en el pasado festival de Sitges es una especie de“road movie” fantástica, con algún apunte romántico. La cara más conocida del reducido reparto es Laurence Fishburne (El hombre de acero).
Si nos metemos en la sala sin saber nada de La señal, y vemos como tres chavales recorren el centro de EE.UU. en un coche, con una planificación más cercana a Mi Idaho privado que Annabelle, podemos llevarnos una sorpresa, que es lo que nos ha ocurrido con La señal, a pesar de sus defectos. El guión peca de guardarse todas las sorpresas para el ultimo tercio de película, que no es mala idea, pero cuando estas jugando con muchos elementos que pueden ser cualquier cosa, es mejor dejar algunas “migas” por el camino. Sorprende que, a diferencia de otras cintas similares, la historia de amor (o trasfondo romántico) tiene mucha más importancia de lo que realmente aparenta. A pesar de su corta duración, La señal es una cinta más bien pausada, se toma su tiempo para presentar todo y a todos.
Como apuntaba en el párrafo anterior la dirección de William Eubank, recuerda mucho al “cine indie” de los 90. En algunos momentos parece que estamos ante una propuesta de video arte (todo el comienzo de la cinta) combinada con elementos muy comerciales, como la secuencia final o la secuencia en la casa de Nomad (al más puro estilo “found footage”). Eubank, que debuto con Love, también se guarda algún que otro homenaje. Hay un momento de dos personajes en camillas, que sin ser igual del todo, recordará a una escena de una película clave del maestro Spielberg, que no revelaremos para guardar la sorpresa que encierra La señal.
El reparto esta comedido. No podemos decir que estén de Oscar, pero convence. Fishburne haciendo de personaje enigmático, metido todo el tiempo en un traje cerrado de laboratorio, da bastante miedo. El cada vez más solicitado Brenton Thwaites (Maléfica) es bastante soportable, a pesar de algunas salidas de tono que tiene, y Olivia Cooke (Ouija) esta algo desaprovechada, pues prácticamente su peso interpretativo se encuentra en el primer tercio de la cinta. Esta chica, si elige bien sus papeles, llegará lejos.
En resumen, La señal es ciencia ficción de bajo presupuesto. Es una interesante propuesta para aquellos que la den una oportunidad. Salvando las distancias, tiene ciertos paralelismos con Starman de John Carpenter (el ritmo que tiene, el viaje del protagonista, el romance entre dos personajes, la persecución del héroe por parte de ¿los villanos?…), por citar un referente para que tengan en mente y no se sorprendan tanto ante la propuesta.
Lo mejor: A pesar de coger ideas de muchas películas, parece una historia totalmente nueva.
Lo peor: En su afán por sorprender, se guarda todas las sorpresas para el ultimo tramo de la cinta.
Puntuación: 6/10