Ver enfrentarse a Robert De Niro (El lado bueno de las cosas) contra Sylvester Stallone (Una bala en la cabeza) sobre un cuadrilátero tiene su morbo. Ambos actores han interpretado a los púgiles más carismáticos de la gran pantalla, el primero como Jake La Motta en Toro Salvaje y el segundo como Rocky Balboa en Rocky. El director Peter Segal (50 primeras citas) ha conseguido que este combate se haga realidad en La gran revancha. El resultado prometía mucho más, y se queda en una cinta simpática para nostálgicos y poco más.
Después de 30 años dos púgiles eternamente enfrentados deciden volver a subirse al ring para un ultimo combate. Indudablemente para llenar las casi dos horas de duración, la película esta llena de conflictos. Ambos púgiles estuvieron con la misma mujer, uno estaba locamente enamorado de ella, el otro la dejo embarazada; uno es un despilfarrador cuasi alcohólico que quiere el combate a toda costa, el otro es un recién parado que necesita el dinero… en fin, muchas tramas simpáticas pero con poco gancho salvo la del padre y el hijo recién conocido, que tiene como protagonista a De Niro. El guion se queda bastante flojo, arranca con una premisa muy similar a la de Rocky Balboa, ambos púgiles deben grabar sus imágenes para un videojuego, y ahí empieza el lío, y las repeticiones. La historia comienza a presentar personajes y a poner a estos dos sexagenarios en situaciones donde se puedan convertir en “trending topic”, y parece que no pasa nada. Una pena, pues se podía haber sacado mucho más jugo a estos viejos volviendo al ring.
Tampoco es que Peter Segal se haya caracterizado nunca por ser un director con estilo. Sus cintas son resultonas. Él esta más interesado en la gracieta que en colocar bien la cámara. La gran revancha comienza con imágenes de archivo, donde se ve mucho el truco, para continuar con una dirección monótona hasta llegar a lo que se supone que debería ser el momento más interesante, y poder lucirse un poco, y ni por esas. Nunca un combate de boxeo ha tenido tan poco gancho.
El principal atractivo de La gran revancha es ver a Stallone y De Niro haciendo el gañan, pero esto no es así. El primero da mucha pena, es decir, parece que no esta cómodo con su papel y su historia, y el segundo viene pasadísimo de vueltas buscando el cheque que va a cobrar. Un pena. Mención especial para los secundarios: Alan Arkin (Tipos legales) impecable como siempre, Kevin Hart (Juerga hasta el fin) el que más risas y aplausos va arrancar al publico, y Jon Bernthal (The walking dead) un tipo con interesante talento dramático, y con un parecido con De Niro espectacular. También se pasea Kim Basinger (8 millas), quien a sus 60 años todavía puede presumir de ser una belleza como mujer.
En resumen, La gran revancha es una cinta que podría haber sido mucho más en todos los aspectos. Te ríes, tiene unos chistes simpáticos, en especial uno en los créditos finales, pero que contando con alguna trama interesante, se deja llevar por otros derroteros y acaba en un cinta más.
Lo mejor: El promotor interpretado por Kevin Hart.
Lo peor: Parece que tiene mucho que contar y no cuenta nada.
Puntuación: 5/10
Ficha artística y técnica
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