La correspondencia: Amor con remitente

Giuseppe Tornatore (La mejor oferta) escribe y dirige La correspondencia, una historia de amor que el publico amará u odiará, no hay término medio. Y es que la nueva propuesta del director italiano requiere de una predisposición por parte del publico, donde sé es muy difícil contentar a todos. Las armas con las que intentará convencer al mayor publico posible son las grandes interpretaciones del mítico Jeremy Irons (Batman v. Superman: El amanecer de la justicia) y la infravalorada Olga Kurylenko (Momentum).

Jeremy Irons y Olga Kurylenko en La correspondencia

Jeremy Irons y Olga Kurylenko en La correspondencia

Una pareja se despide en un hotel. Él es un profesor maduro, ella una alumna que aparte ejerce como doble de acción en películas. Ambos quedan en verse pronto, pero la inesperada muerte del primero deja todo en el aire hasta que repentinamente ella empieza a recibir cartas y videos de él. Esta es la premisa de La correspondencia, un guion que requiere de un acto de fe por parte del espectador para poder disfrutar de una maravillosa (y bonita) historia de amor. El guion se estructura sobre ella leyendo cartas o viendo videos sobre él. Una carta la lleva a un video, un video a otra carta y así sucesivamente vamos descubriendo los temores de uno y otro. Sin duda un guion tan sencillo como complejo donde no faltan las referencias al cosmos, el tercer protagonista de esta historia, ya que ambos comparten la astronomía como punto de partida y encuentro.

El director de Cinema Paradiso afronta La correspondencia con infinidad de planos secuencias y jugando con el plano contraplano entre Kurylenko y el monitor donde ve los videos que Irons le ha dejado. Sin lugar a dudas toda la cinta se apoya en las excelentes interpretaciones de su pareja protagonista, ahí esta ese primer plano secuencia de arranque para dar fe de ello. Excelente también el montaje y la jovial partitura del veterano Ennio Morricone (Los odioso ocho).

Olga Kurylenko en La correspondencia

Olga Kurylenko en La correspondencia

Indudablemente La correspondencia es un trabajo de actores, y más principalmente de Kurylenko, quien lleva todo el peso de la cinta. La actriz ucraniana es un festival de estados de animo frente a la pantalla de un ordenador, algo muy valorado. La primera vez que se enfada es magnifica y su posterior reconciliación es maravillosa, prácticamente es como ver un romance juvenil en plena calle.

En resumen, La correspondencia es un pequeña joya no apta para todo tipo de paladares. Hay que hacer un esfuerzo por entrar en la trama. Si se hace, y se participa en ese ¿misterio? disfrutarán de una estupenda película romántica, sino, en la sala de al lado ponen una de acción, otra de animación, y una comedia gamberra donde no hay que pensar.

Lo mejor: Olga Kurylenko y la música de Morricone.

Lo peor: Hay que hacer un esfuerzo para entrar en la trama que se propone.

Puntuación: 7/10

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