Llegando al final de La conspiración de noviembre, el villano habla de los conflictos actuales en el mundo refiriéndose a ellos como «conflictos de mierda» de ahí este titular que viene de perlas para definir la nueva cinta protagonizada por Pierce Brosnan (Mejor otro día). Una trama trilladísima, una par de estrellas en horas bajas, y un director que pide a gritos su jubilación anticipado son los ingredientes de La conspiración de noviembre.
Un espía veterano y su joven aprendiz fracasan en una misión que obliga al primero a jubilarse anticipadamente. Años después, el veterano agente es molestado para un misión rápida. Pero como suele ocurrir en este tipo de historias nada es lo que parece y el protagonista se verá a contrarreloj para solucionar la trama, mientras su joven pupilo intentará darle caza. El argumento de La conspiración de noviembre se basa en la séptima aventura literaria del personaje The November Man titulada There Are No Spies, de Bill Granger. El escritor americano creó este personaje en 1979, pero los productores de la cinta pensaron que era mejor idea empezar por una aventura más avanzada, una de 1987. La historia esta llena de tópicos del genero de espías y tiene multitud de personajes que aparece, desaparecen, y vuelven a aparecer sin ninguna necesidad.
Roger Donaldson (El pacto) es el encargado de mover la cámara. El veterano director da muestras de cansancio en algunos puntos de la cinta. Hay momentos más o menos resultones, como el arranque o la secuencia del hotel, pero hay otros que parece que no ha puesto ningún interés, como la secuencia que desencadena la trama principal o el final.
Brosnan aún mantiene las formas de cuando era James Bond, algo que resulta interesante para la propuesta. Pero no parece tener ningún registro más en la cinta, algo que le resta puntos al actor irlandés. Los villanos/secundarios son de chistes, al igual que sus interpretaciones que resultan muy pobres. Will Patton (El castigador) provoca risas con ese peluquín que le han plantado y Olga Kurylenko (Vampire Academy) vuelva a ejercer de mujer florero. Luke Bracey (G.I. Joe: La venganza) apunta maneras y da el pego como hombre de acción, veremos como se desenvuelve en el remake de Le llaman Bodhi, interpretando el papel que inmortalizó Keanu Reeves.
En resumen, La conspiración de noviembre es una cinta más de intriga y acción que no aporta nada nuevo al genero. Entretiene a pesar de sus carencias y excesos. Dudo que los productores den luz verde a nuevas aventuras de este personaje.
Lo mejor: No aburre.
Lo peor: Su irregular dirección.
Puntuación: 4/10